Mensaje del Secretario General con motivo del 11° Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Justicia Penal
Bangkok, 18 a 25 de abril de 2005
La delincuencia organizada es una de las principales amenazas para la paz y la seguridad internacionales en el siglo XXI. El presente Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Justicia Penal debe servir para recordarnos todo lo que aún nos queda por hacer para afrontar esa amenaza.
En los últimos años, con la entrada en vigor de varios convenios, convenciones y protocolos importantes, las Naciones Unidas han realizado un avance notable en la creación de un marco de normas internacionales para luchar contra la corrupción y la delincuencia organizada. No obstante, muchos de los Estados Partes en esos tratados no los han aplicado de forma adecuada, a veces por carecer realmente de capacidad para hacerlo. En el informe que presento a los Estados Miembros con anterioridad a la cumbre de las Naciones Unidas que se celebrará en septiembre, exhorto a todos los Estados a que ratifiquen y apliquen esos convenios y convenciones y a que colaboren entre ellos para reforzar sus sistemas nacionales de justicia penal e imperio de la ley. También les exhorto a que aporten los recursos necesarios a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para que ésta pueda desempeñar su función esencial en la supervisión de la aplicación de esos instrumentos.
Nuestra estrategia mundial debe incluir la ratificación y aplicación universal de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y sus Protocolos, la Convención contra la Corrupción y los 12 instrumentos universales de lucha contra el terrorismo con miras, en última instancia, a lograr la adhesión y el cumplimiento plenos de esos instrumentos. Una vez más insto a los Estados a que aprovechen la oportunidad que brinda la ceremonia extraordinaria de firma, adhesión o ratificación de tratados, que tendrá lugar durante la serie de sesiones de alto nivel de este Congreso, así como la ceremonia del mismo tipo que se celebrará durante el sexagésimo período de sesiones de la Asamblea General para depositar sus instrumentos de ratificación o adhesión.
La promoción del imperio de la ley debe incluir mecanismos de creación de capacidad sólidos para prestar asistencia en esta materia a las sociedades que salen de un conflicto, en las que la delincuencia organizada y sus vínculos con la corrupción a gran escala son obstáculos importantes para la reconstrucción. Por ello tengo la intención de crear una Dependencia de asistencia sobre el imperio de la ley que colabore en la labor nacional de restablecer el imperio de la ley en las sociedades que salen de la inestabilidad y la guerra.
Este Congreso constituye una oportunidad para que la comunidad internacional se una con fuerza contra las amenazas del delito a fin de asegurarse de que las amenazas distantes no se conviertan en inminentes y las inminentes no se vuelvan destructivas. En ese espíritu, les deseo a todos que el Congreso sea muy fructífero. |