RESUMEN DE LA CONFERENCIA DE PRENSA DEL COMISIONADO PARA EL DESARROLLO Y LA AYUDA HUMANITARIA
DE LA UNION EUROPEA, POUL NIELSON, EN LA SALA DE PRENSA DE CINTERMEX

19 de marzo de 2002. 10:30 AM
 

 

Poul Nielson, Comisionado Para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria de la Unión Europea, anunció un incremento en la asistencia oficial para el desarrollo de la Unión Europea a 0.39 por ciento de su Producto Interno Bruto -del actual 0.33 por ciento--, lo cual se traduce en 7 mil millones de dólares adicionales de asistencia por año, a partir de 2006.

El nuevo porcentaje de asistencia de 0.39 por ciento no es el final de la historia, destacó Nielson y recordó que la meta con la que la Unión Europea sigue comprometida es el 0.7 por ciento. La reciente decisión significa que aquellos miembros de la UE que en la actualidad destinan menos del 0.33 por ciento del PIB lo aumentarán a 0.39 por ciento en 2006.

Nielson dijo que el Consenso de Monterrey es positivo y representa una plataforma balanceada desde la cual se pueden lanzar nuevas ideas. Es necesario tener resultados reales y tangibles en Monterrey, los cuales deben dirigir el camino rumbo a Johannesburgo. "Si no ofrecemos resultados esta semana, nos arriesgamos a tener una misión improductiva y poco clara en Johannesburgo".

El Comisionado dijo que esperaba que esta semana marque un punto de quiebre en los esfuerzos para combatir la pobreza. Nunca antes hubo un consenso tan amplio en lo que constituye una buena política de desarrollo.

Al responder a una pregunta, Nielson notó que el nivel total de ayuda que otorgan los 15 estados miembros de la Unión Europea, sumaba alrededor de 25 mil millones de dólares, en contraste con los 9.6 mil millones que otorga Estados Unidos. Hay lugar para que todos contribuyan y las comparaciones no son necesarias, dijo. Todos los países pueden mejorar en el aspecto de la asistencia al desarrollo. "Para eso estamos aquí esta semana".

Cuando se le preguntó si dar subsidios en lugar de préstamos "arruinaría al Banco Mundial", dijo que eso dependía de los accionistas del banco. Ha sido claro que el factor que limita las negociaciones sobre reabastecimiento de fondos es el nivel de contribución que tenga disponible Estados Unidos. Los accionistas del banco deben discutir ese asunto. Es evidente que sin fondos adicionales, un cambio en la dirección de los subsidios tendría muy malas consecuencias para el banco.

Con referencia a si la Unión Europea planea aumentar su inversión extranjera directa en América Latina, dijo que eso lo deciden las empresas y no los gobiernos. En 1998, la contribución procedente de la Unión Europea de los flujos privados a los países desarrollados era de 56 por ciento. En 2000, esa participación aumentó a 69 por ciento. El problema es que sólo una pequeña porción de los flujos de inversión extranjera directa se destinan a los países más pobres. Algo tiene que hacerse al respecto, dijo.



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