VI. Conclusión: una oportunidad y un desafío
220. Nunca en la historia de la humanidad ha estado el destino de cada uno de los
hombres, mujeres y niños de todo el mundo tan ligado al de sus semejantes. Los
seres humanos estamos unidos tanto por imperativos morales como por intereses
objetivos. Podemos construir un mundo basado en un concepto más amplio de la
libertad, pero para ello debemos encontrar puntos comunes y mantener nuestra acción
colectiva. Esta tarea puede parecer insuperable, y resulta fácil caer en generalizaciones
o entrar en cuestiones donde los desacuerdos y las diferencias son tan profundos
que acaban por acentuar las disensiones y hacen imposible superarlas.
221. No obstante, nosotros mismos debemos decidir si este momento de incertidumbre
es presagio de conflictos más generalizados, desigualdades más profundas y
una erosión del imperio de la ley, o si, por el contrario, puede aprovecharse para renovar
nuestras instituciones comunes en pro de la paz, la prosperidad y los derechos
humanos. Ha llegado el momento de pasar a la acción. Ya no bastan las palabras y
buenas intenciones: en este informe me he limitado en gran medida a proponer
ciertas decisiones que considero necesario y factible adoptar en 2005. En el anexo
enumero algunos temas específicos que deberían examinar los Jefes de Estado y de
Gobierno.
222. Para tomar decisiones bien fundadas, los dirigentes mundiales necesitarán,
como dijo el Presidente de los Estados Unidos de América Franklin D. Roosevelt,
cuyas ideas fueron tan esenciales para la fundación de las Naciones Unidas, “atreverse
a cumplir con sus responsabilidades en un mundo que sabemos imperfecto”[22]. También necesitarán la sabiduría suficiente para salvar sus diferencias. Estoy convencido
de que, individual y colectivamente, podrán hacerlo con un liderazgo firme
y lúcido. También estoy convencido de que así deben hacerlo. Lo que propongo en
este informe es factible y está a nuestro alcance. De unos inicios pragmáticos podría
surgir un cambio de rumbo para nuestro mundo con visión de futuro. Tenemos aquí
una oportunidad y un desafío.
Nota:
22. Véase el mensaje del Presidente de los Estados Unidos de América dirigido al Congreso el 6 de
enero de 1945. [Volver al texto]
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