MARRUECOS
 

Mensaje

De

Su Majestad Mohammed VI
Rey de Marruecos

pronunciado por

Abderrahman Youssoufi
Primer Ministro

Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo

Monterrey, México
21 de marzo del 2002




Majestades, Altezas y Excelencias,
Excelentísimo Señor Secretario General de las Naciones Unidas,
Excelencias, Señoras y Señores,

Ante todo quisiera resaltar la acogida de los Estados Unidos Mexicanos, país amigo, de esta importante conferencia, sobre la financiación del desarrollo, reviste un especial significado, a causa de los grandes retos a los que se afrontan los países en desarrollo.

No nos hemos reunido para examinar los motivos y manifestaciones del subdesarrollo, que padecen numerosos países en desarrollo, así como los desequilibrios y enormes disparidades que han hecho que nuestro mundo conozca islotes de riqueza y prosperidad, y amplios océanos de miseria, analfabetismo, devastadoras epidemias, y escandalosas deficiencias en los distintos ámbitos del desarrollo humano.

Esta amarga realidad es bien conocida por todos nosotros, y ha sido suficiente y repetidamente representada.

Por ello, debemos dedicarnos ya a buscar los medios de procurar los recursos necesarios, que pueden aportar el desarrollo duradero, destacando a la cabeza de los mismos, el de la financiación del desarrollo, a la cual se han dedicado, en el pasado, varios congresos internacionales, y se han formulado recomendaciones internacionales, sin que se haya realizado todavía de manera satisfactoria.

El contexto general en que se está celebrando nuestra conferencia, se caracteriza por una inevitable evolución estructural, hacia una globalizáción total, arrolladora de los mercados y de los intercambios, con el fuerte impacto de las violentas sacudidas, que los tristes acontecimientos del once de septiembre de 2001 han constituido una de las peores. Este contexto otorga al tema  de nuestra conferencia una importancia estratégica, y requiere de nosotros expresar una firme voluntad de convertir-este clima general, con sus éxitos y frustraciones, en el mejor estímulo para financiar el desarrollo, considerado como el medio más eficaz de combatir la exclusión, la desesperación y la miseria, que son la mayor amenaza de la seguridad y de la paz en el mundo.

Señor Presidente,
Mi llorado Padre, Su Majestad Hassan II, que Dios le acoja en su Misericordia, había puesto de relieve, en 1994, con ocasión de la celebración de la conferencia del GATT en Marraquech, la necesidad de establecer un sistema para la buena gestión de los asuntos públicos, que fuera general y multilateral, sobre todo, reforzando la armonía entre las políticas internacionales en los dominios económicos, financieros y comerciales, y profundizando la coordinación entre las actividades de las instituciones de "Breton Woods", y la recientemente creada Organización Mundial del Comercio.

Para mí, es hoy motivo de alegría, constatar que este llamamiento ha tenido eco, y que esta conferencia nuestra, asocia a una serie de instituciones multilaterales, en el debate actual y en los trabajos futuros, acerca de las relaciones económicas internacionales.

Por ello, debemos aprovechar esta ocasión, con el fin de configurar una visión estratégica de claros rasgos, apoyada con una decisiva voluntad colectiva de establecer un sólido plan de acción para del mundo en desarrollo.

Por esta causa, estamos obligados a procurar a nuestro planteamiento las virtudes del pragmatismo y del realismo, y al mismo tiempo, de la ambición y del voluntarismo.

Aspiramos a que esta conferencia nuestra adopte decisiones históricas con el fin de integrar a los países en desarrollo, de manera creciente, en el proceso de la globalización, permitiéndoles una participación justa  y responsable, en la toma de decisiones que conciernen a toda la humanidad, en el marco de una nueva concepción de las operaciones financieras y monetarias internacionales.

En este contexto, el apoyo público al desarrollo, cobra una importancia extrema en la creación de las condiciones adecuadas, y en la movilización de las capacidades nacionales necesarias para un desarrollo rápido.

Por ello, Marruecos invita a la comunidad internacional a movilizar sus fuerzas, para multiplicar el volumen de apoyo público al desarrollo, de la manera más rápida posible, y de forma que permita participar en la realización de los objetivos de la Cumbre del Milenio, que busca, de manera especial, reducir la pobreza a la mitad, en el horizonte de 2015.

Si el aumento del apoyo público al desarrollo es una condición necesaria para integrar a los países en desarrollo en la economía mundial de manera permanente, ello permanece insuficiente para alcanzar el objetivo fijado, ya que existen otros ejes fundamentales y decisivos.

Por lo tanto, conviene buscar soluciones permanentes y eficaces a la deuda externa de los paises en desarrollo, cuyo volumen de pago, supera con creces el total de los recursos de algunos de estos paises.

Por otra parte, la puesta en obra de la liberalización del comercio internacional, tal y como ha sido fijada y dispuesta por la Organización Mundial del Comercio, y llevada a la práctica en varios espacios regionales, debe hacerse con justicia y sin distinciones, con el fin de aprovechar al máximo esta liberalización de los paises en desarrollo, y permitirles crear importantes recursos para su desarrollo económico y social.

La agenda del desarrollo, emanada de la conferencia ministerial de Doha, es una fuente de esperanza para los paises en desarrollo, por todos los buenos signos que presagian el nacimiento de un nuevo orden multilateral para el comercio mundial, del que se beneficiarán todos los paises, cualquiera que fuera su grado de desarrollo.

Esta orientación, debe ser hoy una realidad palpable.

La diversidad geográfica y sectorial de las inversiones extranjeras directas, con medidas incitativas, tanto nacionales como internacionales, es otro objetivo qué debe ser alcanzado con decisión y empeño, para poder hallar un tratamiento efectivo a la agravación de las diferencias del desarrollo en el mundo.

Este marco debe ser también completado con medidas renovadoras, capaces de movilizar los recursos mundiales, en beneficio de mundo en desarrollo. En este contexto, los esfuerzos han de centrarse en la consolidación de los partenariados entre los sectores público y privado, asi como en la multiplicación de las actividades entre las organizaciones no gubernamentales del Norte y del Sur, además de una gestión equitativa de los recursos comunes de la humanidad.

Señor Presidente,
Africa se está enfrentando a serias dificultades, y merece un interés especial y un cuidado prioritario. Así pues, 33 países africanos, se consideran hoy entre los paises menos desarrollados del mundo.

Nuestro continente sufre la persistencia de varios conflictos y la agravación de las tensiones, y sus poblaciones están expuestas a varias calamidades graves y devastadoras, así como a dramas humanos.

Para hacer frente a tales situaciones, tan preocupantes, los países africanos, en grados diferentes, tomaron medidas audaces con el fin de bien administrar los asuntos públicos, afianzar el Estado de derecho, y liberar sus economías.

Paralelamente a esto, nuestro continente adoptó un plan coherente y efectivo, para arrancar su desarrollo, en el marco del nuevo partenariado que busca el desarrollo de Africa (NEPAD).

Esta iniciativa, refleja, sobre todo, la voluntad de nuestros países de controlar la marcha de su desarrollo, a escala nacional regional y continental.
Tiene corno objetivo también colocar a Africa en el camino del desarrollo duradero, a través de un partenariado renovado con los demás componentes, de la comunidad internacional.

Esta estrategia que ha partido del propio continente y que el mismo ha adoptado, requiere un esfuerzo organizado, del mismo modo que necesita de. la comunidad internacional un interés sostenido, porque el esfuerzo organizado por Africa puede clarificar la visión de manera más transparente a todos sus socios y a las instituciones internacionales y regiona les así como a los, actores económicos, ya sean africanos o extranjeros públicos ó privados.

En cuanto al interés internacional sostenido, es una necesidad, ya que las iniciativas africanas,  no pueden realizarse sin  un  apoyo efectivo fuerte  perseverante por parte de las  instituciones internacionales. especializadas en el campo del cornercio, del desarrollo, y de las finanzas, de manera especial.

Partiendo de esta base, el Reino de Marruecos, no cesa de consolidar sus relaciones bilaterales con estos países hermanos, obrando sin cesar para hacer realidad los esfuerzos de integración regional en África, sobre todo a través de la puesta en obra de la Unión del Magreb Árabe, y estableciendo el acuerdo de libre cambio entre Marruecos y la Comunidad Económica y Monetaria de África del Oeste.

El Reino de Marruecos, ha procedido a la anulación de la deuda que los países africanos menos desarrollados han suscrito con él, así como ha eximido de todos los derechos arancelarios las exportaciones de estos países amigos hacia el mercado marroquí. 

Quisiera aprovechar esta ocasión, para plantear de nuevo la propuesta de mi país, consistente en la adopción por parte de la Organización de las Naciones Unidas, de un instrumento permanente y de alto nivel, que se encargue de la puesta en obra  de las decisiones de la comunidad internacional, adoptadas a favor de África.

Señor Presidente,
Esta conferencia constituye la ocasión para todos, de inaugurar una nueva generación de diplomacia multilateral, que puede presagiar, como ya he mostrado, a través de la Cumbre del Milenio, el brote de "la ciudadania universal".

En este contexto, debemos obrar por reanimar la solidaridad Norte-Sur, con el fin de levantar entre todos, los retos decisivos y globales que afrontamos, y permitir a los miembros mas vulnerables y más necesitados de la comunidad internacional, ganar la apuesta del desarrollo duradero y combatir la pobreza.

Aspiramos a que se celebre, en el más breve plazo posible, un congreso para el seguimiento de los trabajos de esta cumbre, con el fin de valorar los esfuerzos consentidos, nacional e internacionalmente, para concretar los compromisos que hemos asumido, y tomar las medidas complementarias y necesarias para combatir todas las formas de exclusión y marginación, estén donde estén.

Dándoles las gracias por su atención, deseo a nuestra conferencia todo el éxito.

El saludo, la Misericordia y la bendición de Dios el Altisimo, sean con vosotros.



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