Secretario General

Mensaje para el Día Internacional de la Paz

21 de septiembre de 2005

La paz es la misión primordial de las Naciones Unidas.

Es la base de nuestra existencia. La esencia de nuestra identidad. La causa que motiva todo lo que hacemos.

El 21 de septiembre, Día Internacional de la Paz, es el día en que reafirmamos nuestro empeño en procurarla.

Es una oportunidad para reflexionar sobre cómo reforzar nuestro sistema de seguridad colectiva y la alianza mundial para el desarrollo.

Y debería ser un día de alto al fuego en todo el mundo. Exhorto a todos los países y a todos los pueblos a que detengan todas las hostilidades durante esta jornada. Insto además a todas las personas a que observen en todo el mundo un minuto de silencio a las 12 del mediodía.

Veinticuatro horas no son mucho tiempo.

Pero son tiempo bastante para que los combatientes y los dirigentes políticos reflexionen acerca de la destrucción que están provocando en sus conciudadanos y en sus tierras.

Son suficientes para mirar por encima de las barricadas y más allá de las alambradas y ver si existe otro sendero.

En este Día Internacional de la Paz, honremos a quienes han padecido violencia. Abriguemos en nuestros corazones el ideal de la paz.

Y comprometámosnos a hacer todo lo posible por cumplir las importantes decisiones para la paz adoptadas la semana pasada en la Cumbre Mundial 2005.

Muchísimas gracias.