Examen y evaluación del
Programa de Acción Mundial
para los Impedidos
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VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
A. Conclusiones
Los datos disponibles para el tercer examen y evaluación apuntan a que hay un apoyo
generalizado a nivel de políticas al logro de las metas y objetivos del Programa de
Acción Mundial. El Relator Especial sobre Discapacidad señala, por ejemplo, que el 85%
de los gobiernos que contestan a su cuestionario de supervisión de las Normas Uniformes
de la segunda serie de 1995 informan de la existencia de una política nacional sobre
discapacidad.
Desde que finalizó el Decenio de las Naciones Unidas para los impedidos, la
experiencia en la ejecución de programas sugiere que el Programa de Acción Mundial,
junto con las Normas Uniformes y la Estrategia a largo plazo, para promover la aplicación
del Programa de Acción Mundial para los Impedidos hasta el Año 2000 y Años
Subsiguientes ofrecen marcos válidos tanto para la defensa como para la formulación y
evaluación de opciones de política en la esfera de la discapacidad. Además, la
decisión adoptada por los Estados miembros de la Comisión Económica para Asia y el
Pacífico de proclamar el período comprendido entre 1993 y 2002 "Decenio de los
Discapacitados de la Región de Asia y el Pacífico" marca un plazo para planificar y
coordinar a nivel regional las medidas destinadas a lograr los objetivos relativos a la
participación e igualdad plenas del Programa de Acción Mundial.
Una lección que se puede sacar de la ejecución del Programa desde que finalizó el
Decenio es el reconocimiento de la necesidad de tratar las cuestiones en materia de
discapacidad tanto en el contexto del desarrollo general como en referencia a un marco
más amplio de derechos humanos. Este hecho queda patente en el cambio observado en la
formulación de políticas, en las que ya no se hace hincapié en la integración de las
personas con discapacidad, sino en su participación plena en el desarrollo. La
participación en el desarrollo y la adopción de planteamientos relativos a los derechos
humanos hacen pensar en la promoción de autonomía y en los factores relativos al entorno
que facilitan u obstaculizan la participación de todos. El interés en el marco más
amplio de los derechos humanos demuestra el creciente reconocimiento de que el respeto de
los derechos sociales, económicos y culturales y los derechos civiles y políticos de las
personas con discapacidad benefician a todos. Por consiguiente, la participación en el
desarrollo y el respeto de los derechos humanos son un medio y un fin del Programa de
Acción Mundial, cuestión de la que también se hace eco la Declaración de Copenhague
sobre Desarrollo Social en la que se hace hincapié en "reconocer la importancia del
desarrollo social y el bienestar de la humanidad y dar la máxima prioridad a esos
objetivos ..."4.
Una segunda lección es la proliferación de grupos interesados en cuestiones relativas
a la discapacidad. Además de las medidas de los gobiernos, que tradicionalmente se
incluyen en instrumentos internacionales, ha aumentado considerablemente la participación
de las organizaciones no gubernamentales y el sector privado (incluso fundaciones) en
actividades relativas a la discapacidad. Dicha tendencia apunta a la importancia de la
coherencia de las políticas y la neutralidad modal al elaborar instrumentos para lograr
el objetivo relativo a la igualdad de oportunidades. La neutralidad modal en este sentido
se refiere a la formulación de políticas en que se promueva la iniciativa local y la
flexibilidad al adoptar decisiones sobre modalidades de ejecución. La coherencia de las
políticas se refiere a la necesidad de presentar el objetivo de la igualdad de
oportunidades en un marco en que se incluyan las diferencias a corto plazo de las
preferencias de las políticas que puedan surgir entre los diversos grupos de agentes del
desarrollo.
Una tercera lección que pueda extraerse es que el contenido sustantivo y el carácter
multidimensional del Programa de Acción Mundial siguen siendo válidos. Las metas y
objetivos del Programa se plasman en las políticas de los gobiernos, así como en algunos
marcos para la cooperación con los países del PNUD. El Programa de Acción Mundial
también proporcionan un marco eficaz para tratar cuestiones y tendencias que han surgido
desde el final del Decenio desde el punto de vista de la discapacidad. Por ejemplo, los
últimos adelantos en tecnologías de la información y telecomunicaciones han contribuido
a crear "comunidades virtuales de interés" en el ámbito de la discapacidad que
son acordes con las cuestiones relativas al acceso y el desarrollo institucional del
Programa de Acción Mundial. Las comunidades virtuales representan además un medio
importante para ejecutar el Programa en el tercer milenio.
Una cuestión que se ha planteado desde que finalizó el Decenio, pero que no recibe
considerable atención en el Programa de Acción Mundial, es la relación entre
envejecimiento, deficiencias y discapacidad. Las proyecciones demográficas de las
Naciones Unidas publicadas recientemente5 señalan que
después del año 2000 aumentará considerablemente el número y el porcentaje de personas
de edad en todas las regiones. Según se desprende de la base de datos estadísticos sobre
discapacidad, la incidencia de deficiencias y discapacidades aumenta considerablemente con
la edad, por lo que dicha tendencia tiene consecuencias importantes e inmediatas para la
formulación de políticas. Las proyecciones actuales señalan que la tasa de la
población mundial mayor de 65 años aumentará un 50%, al 9% de la población mundial en
el año 2020 desde la estimación del 6,5% en 1995. En el mismo período la media de edad
de la población mundial aumentará a 31 años en el año 2020, de 25 años en 1995.
Además, está previsto que disminuya la tasa de mortalidad infantil en un 50%, al 31 por
1.000 nacimientos en el año 2020, desde un 62 por 1.000 nacimientos en 1995, y la
esperanza de vida al nacer está prevista que aumente a 69 años en el año 2020, de 63
años en 1995. Tales previsiones sugieren que en la próxima generación aumentará
considerablemente el número de personas que padecerán durante toda su vida alguna
deficiencia o discapacidad. Por consiguiente, es necesario examinar urgentemente las
opciones disponibles para lograr que todos puedan acceder a los entornos, a fin de que
puedan participar en condiciones de igualdad en la vida social y el desarrollo. Una
necesidad conexa es elaborar otros marcos para organizar y prestar servicios básicos en
el año 2000 y posteriormente en que se apoye con eficacia la vida independiente y se
atienda a los cambios vitales. Tales marcos estarían basados en la comunidad y los
beneficiarios opinarían al determinar necesidades de servicios, alternativas y medidas de
recuperación de costos.
B. Recomendaciones
La información sobre la ejecución del Programa de Acción Mundial desde que finalizó
el Decenio sugiere que sigue siendo válido el Programa de Acción Mundial como marco de
defensa y formulación de políticas. No destaca ninguna cuestión sobre la que habría
que investigar y analizar conceptos, instrumentos o estrategias. Los datos sí sugieren
que es importante que haya coherencia en la formulación de políticas a fin de que éstas
contribuyan a la plena participación y los objetivos relativos a la igualdad del Programa
de Acción Mundial, así como neutralidad modal al formular opciones de ejecución. Las
recomendaciones se centran por consiguiente en dos series de cuestiones: a) propuestas de
prioridades en las estrategias de ejecución, y b) propuestas de asignación de recursos
para el fortalecimiento de la capacidad a fin de continuar la ejecución del Programa de
Acción Mundial.
La experiencia de la ejecución del Programa de Acción Mundial también sugiere que
las estrategias de ejecución eficaz se caracterizan por vincular cuestiones sobre
discapacidad con variables del desarrollo general y dentro del marco más amplio de
cuestiones de las Naciones Unidas relacionadas con los derechos humanos. En lugar de
centrarse en las necesidades exclusivas de las personas con discapacidad como grupo social
específico, el hecho de que la discapacidad se considere en el contexto general del
desarrollo, refleja el interés por la serie de factores sociales, económicos y
medioambientales que contribuyen a lograr una sociedad para todos para el año 2010. El
marco más amplio de los derechos humanos introduce el interés por la promoción de la
autonomía y la capacidad de acceso, cuestiones ambas fundamentales para lograr la
igualdad de oportunidades y la autosuficiencia.
La experiencia también apunta hacia tres esferas estratégicas cuyas acciones y
recursos se espera que traigan consigo mejores capacidades para lograr las metas y
objetivos del Programa de Acción Mundial: a) datos y estadísticas sobre discapacidad, b)
métodos y procedimientos de planificación inclusiva y c) creación de capacidades y
desarrollo institucional para una sociedad para todos.
1. Elaboración de datos y estadísticas
63. Es fundamental disponer de datos actualizados y fidedignos para la formulación y
evaluación de políticas desde el punto de vista de la discapacidad. Desde que finalizó
el Decenio ha mejorado el acervo de información sobre discapacidad y las metodologías
estadísticas, aunque dicho acervo se limita en la actualidad para fines de análisis
comparativos. Los programas de reunión de datos que ya existen o están elaborándose en
países en desarrollo dan grandes oportunidades de promover el uso de nuevos conceptos y
métodos estadísticos y la recopilación de estadísticas e indicadores. Concretamente,
la ronda de censos de población que se harán en el año 2000 y las recomendaciones para
los censos revisados que, por primera vez, cubrirán la discapacidad además del
desarrollo del tema de la discapacitación en las encuestas por hogares nacionales,
posibilitarán mejoras sustanciales en la disponibilidad de estadísticas sobre
discapacidad a fines de análisis y planificación a todos los niveles, así como para el
cuarto examen y evaluación quinquenal del Programa de Acción Mundial previsto para el
año 2000. Teniendo presentes estas consideraciones en los próximos años la cooperación
técnica, la formación y los intercambios de información pueden conseguir cambios
fundamentales en la elaboración de las estadísticas sobre discapacidad por los países.
Además, la base de datos de estadísticas sobre discapacidad de las Naciones Unidas
representa un recurso esencial para todo el sistema que contiene estadísticas para
supervisar a nivel internacional los progresos relativos a la situación de las personas
con incapacidades en los distintos países. La base de datos de estadísticas sobre
discapacidad proporciona un marco que los países pueden utilizar para preparar sus
propias bases de datos nacionales. Por consiguiente, la labor de la División de
Estadística relativa a la versión 2 de la base de datos de estadísticas sobre
discapacidad debe fortalecerse con carácter urgente.
2. Futura labor relativa a indicadores para la supervisión y la evaluación
Cabe identificar tres temas principales para los trabajos sobre nuevos indicadores: a)
la identificación de indicadores para objetivos a corto y mediano plazo para la
igualización de oportunidades; b) la incorporación de variables ambientales entre las
revisiones que se proponen para la Clasificación Internacional de Discapacidades y
Minusvalías; y c) la identificación de indicadores que vinculen determinados
instrumentos jurídicos y de política relativos a la igualización de oportunidades.
3. Creación de capacidad nacional en materia de discapacidad
El creciente interés en la perspectiva del desarrollo relativa a la discapacidad y la
constitución de nuevos grupos que se ocupan de las cuestiones relacionadas con la
discapacidad hacen cada vez más necesaria la información, la difusión y el
fortalecimiento de capacidades, con especial hincapié en la igualdad de oportunidades
para todos. En el sistema de las Naciones Unidas, es necesario establecer capacidades
dinámicas para la perspectiva relativa a la discapacidad en los sectores social y
económico, incluidas las actividades relacionadas con la cooperación para el desarrollo.
Además de la capacitación especializada y la orientación del personal interesado a fin
de que puedan asistir y asesorar mejor a los gobiernos en esta esfera, es necesario
establecer urgentemente directrices prácticas sobre métodos inclusivos de
planificación, programación y evaluación.
Es necesario crear capacidades a nivel nacional, aunque el grupo heterogéneo de
comunidades de interés en la esfera de la discapacidad apunta hacia métodos modulares de
difusión, información y desarrollo de aptitudes. A nivel de los gobiernos, los
principales temas de interés se referirían al fortalecimiento de la discapacidad para el
análisis de situaciones inclusivas y la determinación de prioridades que dieran los
mejores resultados para todos. A nivel de las organizaciones no gubernamentales, un tema
importante de interés sería la negociación de estrategias a fin de incluir el programa
de grupos sociales específicos en el marco más amplio de una sociedad para todos. La
información y la difusión entre miembros interesados del sector privado se centrarían
en cuestiones de valor social, así como en la recuperación de costos de iniciativas
planificadas y realizadas en pro de la igualdad de oportunidades para todos.
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