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ÍNDICE
II.Ejecución del Programa de Acción Mundial para los Impedidos A.Medidas adoptadas por el sistema
de las Naciones Unidas III. PROYECTO DE PLAN DE ACCIÓN PARA APLICAR LA ESTRATEGIA A LARGO PLAZO PARA PROMOVER LA APLICACIÓN DEL PROGRAMA DE ACCIÓN MUNDIAL PARA LOS IMPEDIDOS HASTA EL AÑO 2000 Y AÑOS POSTERIORES Annexo. Hacia una sociedad para todos: Estrategia a Largo Plazo
para promover la aplicación del Programa de Acción Mundial para
los Impedidos hasta el año 2000 y años posteriores |
Anexo:HACIA UNA SOCIEDAD PARA TODOS: ESTRATEGIA A LARGO PLAZO PARA PROMOVER LA APLICACIÓN DEL PROGRAMA DE ACCIÓN MUNDIAL PARA LOS IMPEDIDOS HASTA EL AÑO 2000 Y AÑOS POSTERIORES
I. INTRODUCCIÓN
1. La Estrategia a Largo Plazo para promover la aplicación del Programa
de Acción Mundial para los Impedidos (la Estrategia a Largo Plazo) fue
elaborada al final del Decenio de las Naciones Unidas para los Impedidos
(1983-1992) tras celebrar amplias consultas, de conformidad con las
resoluciones 45/91, 46/96 y 48/99 de la Asamblea General y la
resolución 1993/20) del Consejo Económico y Social.
2. La Estrategia a Largo Plazo proporciona un marco de referencia para
la acción colaborativa en la aplicación del Programa de Acción
Mundial para los Impedidos (el "Programa Mundial")
(A/37/351/Add.1 y Add.1/Corr.1, anexo, secc. VIII, recomendación 1
(IV)), y las Normas Uniformes sobre la igualdad de oportunidades para
las personas con discapacidad (las Normas Uniformes) (resolución 48/96,
anexo). Contiene las medidas nacionales, regionales y mundiales que, en
el transcurso del Decenio, han demostrado tener éxito y ser sostenibles.
Considera los planes nacionales de mediano plazo como una vanguardia
para la estrategia. Se sugieren los elementos componentes de un plan
nacional, aunque se espera que estos se adapten a las necesidades,
recursos y aspiraciones nacionales. La visión rectora de la estrategia
es el concepto de una sociedad para todos. Su base continúa dada por
los tres temas del Programa Mundial: la prevención de la discapacidad,
la rehabilitación y la igualdad de oportunidades para las personas
discapacitadas.
II. PREÁMBULO
3. Durante el Decenio de las Naciones Unidas para los Impedidos
(1983-1992) se logró el consenso acerca de la necesidad de eliminar las
barreras sociales y los obstáculos físicos que limitan la
participación de ciertas personas en la sociedad. Se hizo evidente que
la sociedad crea obstáculos cuando no se ajusta a la diversidad de
todos sus miembros.
4. Las personas con discapacidad a menudo enfrentan barreras debidas a
la actitud y al entorno que evitan su participación plena, en pie de
igualdad y activa en la sociedad. Estas barreras son particularmente
nocivas para el bienestar de las personas con discapacidad intelectual,
mental o múltiple. Se suman a las desventajas que experimentan
normalmente las personas discapacitadas que pertenecen a determinados
grupos de población o social, como las mujeres, los niños, los
ancianos y los refugiados.
5. En los países en desarrollo, en que vive el 80% de la población
discapacitada, la falta en general de las necesidades básicas de la
vida tales como servicios médicos, de enseñanza, capacitación, empleo
y vivienda, es experimentada en forma aguda por las personas
discapacitadas.
6. Ha habido importantes logros durante el Decenio. Entre ellos se
cuenta un nuevo nivel de liderazgo de las organizaciones para las
personas impedidas; una creciente disposición de la sociedad civil a
ajustarse a la diversidad de sus miembros, incluso de aquellos con
alguna discapacidad; un mayor reconocimiento en la comunidad
internacional de la necesidad de brindar igualdad de oportunidades a las
personas discapacitadas, y un acuerdo general acerca de la eficacia de
la rehabilitación con sede en la comunidad de las personas
discapacitadas y de que sus familias participen activamente en el
diseño, la aplicación y la evaluación de los programas.
7. Éste y otros logros, así como las medidas operacionales que han
tenido éxito durante el decenio pasado, proporcionan el punto de
partida para una Estrategia a Largo Plazo. No obstante, esta estrategia
no se basta por sí misma. Se la debe contemplar como una parte
integrante de los objetivos y programas de una sociedad de mayor alcance,
en que se incluyen las esferas del desarrollo sostenible, la
cooperación técnica, la mitigación del hambre y la malnutrición, la
protección del medio ambiente, el fomento de la paz, de los derechos
humanos, el empleo, el alojamiento y la alfabetización funcional. En
este marco amplio es necesario articular y, por último, resolver
continuamente los desafíos que enfrentan las personas discapacitadas.
III. HACIA UNA SOCIEDAD PARA TODOS
8. En una sociedad para todos, las necesidades de cada uno de los
ciudadanos constituyen la base para la planificación y las políticas.
El sistema general de la sociedad es accesible para todos. Al acomodar
su funcionamiento a las necesidades de cada integrante, una sociedad
moviliza el potencial de todos sus ciudadanos y, por consiguiente,
fortalece su capacidad de desarrollo.
9. Las personas con discapacidad son una parte natural integrante de la
sociedad, y en el interés de la sociedad en su conjunto deberán tener
oportunidades para contribuir con su experiencia, su talento y capacidad
al desarrollo nacional e internacional.
10. Puede considerarse que el concepto de una sociedad para todos, que
abarca la diversidad humana y el desarrollo de todo potencial humano
consagra en una frase única los instrumentos de derechos humanos de las
Naciones Unidas. La definición y la transformación de los derechos
humanos de las personas discapacitadas en medidas y programas concretos
continúa siendo un desafío de importancia primordial. Las Normas
Uniformes, que fueron adoptadas recientemente, pueden servir para guiar
la política pública con una orientación tendiente a asegurar los
derechos humanos de las personas discapacitadas.
11. Las Normas Uniformes están centradas en la igualdad de
oportunidades para las personas impedidas, uno de los tres principales
temas del Programa de Acción Mundial para los Impedidos. Las Normas 5 a
12 se ocupan directamente de ocho esferas de participación igual (cada
esfera contiene cierto número de objetivos concretos): posibilidades de
acceso, educación, empleo, mantenimiento de los ingresos y seguridad
social, vida en familia e integridad personal, cultura, actividades
recreativas y deportes y religión.
12. El concepto y los alcances de la rehabilitación, otro de los
principales temas del Programa Mundial, han evolucionado durante el
Decenio haciendo mayor énfasis actualmente en que las personas
impedidas y sus familias participen en el diseño, la organización y la
evaluación de los servicios de rehabilitación de su interés,
particularmente en la rehabilitación con sede en la comunidad. La
rehabilitación comprende el asesoramiento, la capacitación en la
atención propia, el suministro de dispositivos y aparatos, la
educación especializada, la rehabilitación profesional y demás.
13. El tercer tema principal del Programa Mundial, la prevención de la
discapacitación, se prefiere a estrategias generales, tales como las
necesarias para poner fin a la guerra, las hambrunas y la malnutrición,
y programas sumamente concretos, tales como los necesarios para combatir
ciertas enfermedades o garantizar la seguridad en las carreteras y los
lugares de empleo.
14. Los tres temas del Programa Mundial, la igualdad de oportunidades,
la rehabilitación y la prevención constituyen el fundamento
intelectual de la estrategia. Durante el Decenio se hizo particular
hincapié en los esfuerzos por brindar igualdad de oportunidades, lo
cual deberá proseguir en los años venideros, particularmente en las
siguientes tres esferas: los derechos humanos de las personas impedidas;
la plena participación de las personas impedidas en la sociedad y la
vinculación de los impedidos y de sus organizaciones, como auténticos
participantes, en la elaboración de los programas, las políticas y los
proyectos de su interés.
IV. MEDIDAS ESTRATÉGICAS
15. Dado que no todos los cambios necesarios se podrán cumplir de
inmediato o en forma simultánea, se propone la aplicación de un
criterio gradual, guiado por una visión a largo plazo de una sociedad
para todos.
16. El elemento central de la Estrategia a Largo Plazo consiste en una
serie de planes nacionales, con el apoyo de actividades regionales y
mundiales.
17. Tras un período inicial, 1995-1996, se propone la realización de
un plan nacional de mediano plazo desde 1997 hasta el año 2002, que
coincidirá con el examen quinquenal del programa mundial. A éste
seguirá un segundo plan para los años 2002 a 2007.
A. Nivel nacional
18. Se necesitará realizar un esfuerzo importante durante el período
inicial 1995 1996. Las actividades propuestas para el comienzo
comprenden: el establecimiento de un grupo de trabajo, la convocatoria
de un foro, la organización de un examen nacional, la publicación de
una declaración de políticas a largo plazo, y la adopción de los
objetivos a mediano plazo. La índole y los alcances de cada uno de
estos pasos estarán definidos por los recursos humanos y materiales
existentes, incluso con referencia a las innovaciones, la capacidad y la
vinculación de las instituciones de la sociedad civil.
19. Tras el período inicial, se propone realizar un plan de cinco años
de duración entre 1997 y el año 2002, tendiente a llegar a objetivos
seleccionados en ese período. Las medidas operacionales que han
demostrado su eficacia durante el Decenio podrán ayudar a asegurar el
logro de los objetivos. Estas medidas se examinan a continuación y
comprenden la integración de las cuestiones de la discapacitación en
las políticas nacionales, la fijación de normas, la movilización de
los recursos, la descentralización del cumplimiento de los programas,
el establecimiento de relaciones de participación, el fortalecimiento
de las organizaciones de impedidos, el fortalecimiento de los comité
nacionales de coordinación y la vigilancia del progreso alcanzado.
20. El éxito de los planes provisionales y la estrategia general
dependerán de la dedicación de los gobiernos, el liderazgo de las
organizaciones de impedidos, la vinculación de la sociedad civil y, en
la medida de lo posible, la presencia de estructuras permanentes de
ejecución y vigilancia. La fijación de objetivos bien definidos y
viables ayudará a que todos los participantes colaboren hacia el logro
de los mismos objetivos. El mantenimiento de planes simples, flexibles y
la participación desde el comienzo asegurarán su eficacia.
1. Actividades para el período inicial 1995-1996
21. Se propone realizar las siguientes actividades para el período
inicial 1995-1996:
a) La creación de un grupo de trabajo. Entre los miembros del grupo de
trabajo se contarán representantes del gobierno, de organizaciones de
impedidos, de especialistas de rehabilitación y prevención, e
importantes sectores de la sociedad civil. Su tarea principal
consistirá en preparar un foro nacional de amplia base;
b) Convocatoria de un foro. Se convocará a un foro nacional de amplia
base para obtener insumos y la dedicación a largo plazo a una
estrategia nacional en materia de discapacitación. El foro podrá
examinar la situación nacional de los impedidos, formular una
declaración de políticas a largo plazo y convenir los objetivos a
mediano plazo. Entre los participantes podrán contarse representantes
de varios ministerios seleccionados, el comité nacional de
coordinación, las organizaciones de personas impedidas, profesionales,
grupos de ciudadanos, comunidades y familias. También podrán
participar legisladores, empresarios, donantes y representantes de
organismos y órganos de las Naciones Unidas;
c) Examen de la situación. Se deberá realizar un examen de las
políticas y los programas en curso o actualizarlos como una base para
determinar las necesidades y los recursos de carácter prioritario. Se
deberán ajustar las necesidades y los recursos con los términos de
operación con la fijación de una serie de objetivos de mediano plazo;
d) Formulación o actualización de una declaración de políticas a
largo plazo. La declaración de políticas formará el marco conceptual
para una Estrategia a Largo Plazo que declarará los objetivos a largo
plazo y los principios esenciales;
e) Fijación de objetivos de mediano plazo. Los objetivos son necesarios
para el mediano plazo ya que no todas las necesidades pueden
satisfacerse al mismo tiempo. Al fijar los objetivos será útil tener
en cuenta los siguientes temas:
i)Los objetivos deberán abarcar las importantes cuestiones que plantea
el Programa Mundial: los derechos humanos, la igualdad, la
rehabilitación y la prevención. El Programa Mundial y otros
instrumentos de las Naciones Unidas proporcionan una guía para fijar
los objetivos de la rehabilitación y prevención. Las normas generales
brindan objetivos en la esfera de la igualdad de oportunidades. Las
convenciones, directrices y programas, tanto nacionales como
internacionales, son otras fuentes para los objetivos;
ii)Dentro de estas esferas generales, algunos objetivos podrán estar
directamente orientados hacia la mejora de las condiciones de vida de
las personas discapacitadas (por ejemplo, la eliminación real de
obstáculos físicos) mientras que otros podrán ocuparse de la
infraestructura o medidas capacitantes (tales como las leyes tendientes
hacia la gradual eliminación de los obstáculos físicos);
iii)Los objetivos también podrán ser de índole de promoción, para
mejorar tipos de acción que son difíciles de medir, por ejemplo el
cambio de las actitudes del público general, mientras que otros se
prestarán más fácilmente a la medición (un aumento preciso en el
número de personas impedidas que trabajan en los medios de difusión);
iv)Una vez que se logre el acuerdo sobre lo que se ha de lograr es
importante clarificar quién será el responsable y de qué forma y
manera se lo alcanzará;
v)Deberán identificarse claramente las variables e indicadores para
cada objetivo a fin de ayudar a la vigilancia y evaluación, según se
examina a continuación en la sección C del capítulo IV;
vi) Entre los posibles objetivos se contarán los siguientes:
a.Instituciones y organizaciones: hasta 1997 se formulará un plan de
mediano plazo con una serie de objetivos para los años 1997-2002;
b.Derechos humanos: hasta 1998 se formularán planes para a) la puesta
en vigor del Convenio No. 159 de la Organización Internacional del
Trabajo sobre el empleo de personas impedidas y b) la aplicación de la
Convención sobre los Derechos del Niño (resolución 44/25, anexo) en
cuanto a los niños impedidos (artículos 23, 27 y 39);.
c.Igualdad de oportunidades: hasta 1998 se habrán adoptado en principio
las Normas Uniformes y se seleccionarán ciertas normas para su
ejecución antes del año 2002;
d.Rehabilitación: hasta 1999 se establecerá la rehabilitación con
sede en la comunidad en x zonas rurales (el número se determinará a
nivel nacional);
e.Prevención: hasta el año 2002 habrá reducido en un x porcentaje (que
determinará a nivel nacional) las causas de discapacitación, de
conformidad con las estrategias del programa de salud para todos de la
Organización Mundial de la Salud y del programa IMPACT (Iniciativa
Internacional contra los Impedimentos Evitables) del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
2. Medidas a mediano plazo para el período 1997-2002
22. La experiencia adquirida durante el Decenio nos indica que ciertas
medidas, como las que se examinan brevemente a continuación, son
particularmente eficaces.
a) Designar un organismo principal. Con esta medida se podría dar
relieve al plan y asegurar una distribución precisa de las
responsabilidades entre los numerosos partícipes posibles. Idealmente,
el organismo principal sería un ministerio gubernamental o un organismo
del más alto nivel;
b) Fortalecer los comités coordinadores nacionales, medida que resultó
muy efectiva en el Año Internacional de los Impedidos (1981). Los
comités coordinadores nacionales deben poseer una estructura permanente
en la que los miembros sean representantes de los ministerios
gubernamentales, las organizaciones de discapacitados y las asociaciones
civiles y de empresarios interesados. Como indica su nombre, la
principal función de estos comités podría ser la de coordinar, sin
que esto excluyera la posibilidad de que también se ocuparan de fijar
normas, movilizar recursos, crear relaciones de colaboración, ejecutar
programas y proyectos y facilitar el intercambio de información en los
planos nacional e internacional y entre los gobiernos y las
organizaciones no gubernamentales;
c) Fortalecer las organizaciones de discapacitados, sobre todo su
base de recursos, capacidad organizativa y participación en la toma de
decisiones. Los gobiernos podrían considerar la posibilidad de dotar a
estas organizaciones de instalaciones, equipos y un presupuesto de
operaciones habida cuenta de que de ellos se espera que asuman la
delantera en los esfuerzos por cambiar la situación de los
discapacitados y transformar los valores sociales, las actitudes y las
prácticas para adecuarlos al logro de una sociedad para todos;
d) Establecer relaciones de colaboración, que incluyan a colaboradores
no habituales. Hay sectores que pueden provocar cambios y obtener
beneficios bien definidos, como por ejemplo, los medios de información,
que pueden influir en los valores y las actitudes, el sector empresarial,
que puede brindar oportunidades de empleo y los sectores religiosos y
civiles, que pueden propiciar la participación. Las familias y las
comunidades pueden propiciar un entorno positivo y alentador, los
trabajadores del sector social y de la salud pueden crear un ambiente
afirmativo, las organizaciones de la esfera de los deportes y la
recreación pueden ampliar el marco de experiencia de todos los
interesados, en tanto que la colaboración Sur-Sur y Norte-Sur o la
vinculación estrecha entre organizaciones podría producir innovaciones
eficaces;
e) Incorporar la problemática de la discapacidad en las políticas
nacionales cuyo ámbito es la sociedad en general. Esto debería hacerse
con naturalidad en la etapa de planificación de todas las políticas,
los programas y los proyectos en todos los países. Esta incorporación
es de particular importancia en los casos en que hay escasez de recursos,
como en los países en desarrollo y en los países antes de
planificación centralizada y ahora en transición;
f) Fijar normas, un proceso permanente que concierne a los derechos
humanos, los estilos de vida, los servicios y los productos. Las normas
deben procurar que los modelos de comportamiento y el diseño de los
servicios y productos no perjudiquen con el tiempo a ningún ciudadano.
Se pueden fijar normas en la esfera de la legislación y en la de los
lineamientos de políticas. Los países que ya cuentan con una
legislación desarrollada tal vez necesiten concentrarse en alcanzar las
normas establecidas mediante la educación y el convencimiento de los
patronos, los proveedores de servicios y el público en general;
g) Dar a conocer las vidas, las experiencias, los talentos y los aportes
de los discapacitados que se han incorporado a la sociedad es de suma
importancia, pues brinda a los discapacitados la posibilidad de
enterarse de la existencia de personas descollantes que les sirvan de
modelo y permite cambiar los estereotipos negativos que crean en
ocasiones los medios de información relativos en relación con los
discapacitados;
h) Movilizar recursos. Esta medida puede trascender el marco de los
recursos monetarios para abarcar, por ejemplo, valores como la
solidaridad y la buena voluntad de la familia o la comunidad, la
capacidad de dirección y de trabajo en equipo, los conocimientos y la
tecnología (bancos de datos, manuales, etc.), la infraestructura y la
organización, las alianzas y la colaboración, así como la capacidad
desarrollada en las organizaciones de discapacitados, entre otras cosas,
de entablar relaciones de cooperación técnica y de recaudar fondos;
i) Descentralizar la ejecución de los programas, incluidos los recursos
y la responsabilidad, a fin de asegurar la idoneidad de las medidas y
fomentar la capacidad de la comunidad. La opción definitiva deberá
estar en manos de los que resultarán beneficiados, con la ayuda, si
fuera necesaria, de un profesional o un tutor;
j) Supervisar y evaluar el progreso alcanzado. Esto debe hacerse
simultáneamente tanto en el caso del plan a mediano plazo, como en el
de la Estrategia a Largo Plazo, como se analiza más adelante en la
sección C del capítulo IV. Las metas pueden servir de puntos de
referencia para supervisar el plan a mediano plazo.
3. Plan perspectivo para el período 2002-2007
23. Con los conocimientos, la experiencia y el impulso generados por el
plan a mediano plazo como base, así como con una evaluación de sus
logros, un plan que abarque los años 2002 al 2007 debería proponerse
lograr algo más. Sus metas deberían ser más ambiciosas, para
acercarse más a la sociedad para todos, sin perder de vista la vida
real.
B. Apoyo regional y mundial
24. El apoyo regional e internacional puede ayudar a los países a
alcanzar la autonomía en materia de fijar normas, facilitar el
intercambio de información y experiencias y promover, donde procede, la
participación de las organizaciones de discapacitados en el proceso de
toma de decisiones y de los propios discapacitados en la ejecución de
programas.
1. Medidas regionales
25. Las organizaciones regionales reúnen las condiciones propicias para
facilitar la adaptación y transformación de los enfoques, las normas y
la tecnología a nivel mundial a fin de que se avengan a las necesidades
y opciones de la región. Durante el Decenio de las Naciones Unidas para
los Impedidos hubo regiones muy activas, y otras menos activas. La
inactividad se ha atribuido a las guerras, la inestabilidad política y
las limitaciones económicas.
26. En el marco de la Estrategia a Largo Plazo, se invita a las
organizaciones regionales:
a) A que revisen sus políticas, programas y proyectos socioeconómicos
para determinar qué atención se presta en ellos a las necesidades, los
derechos y las inquietudes de los discapacitados;
b) A que incluyan un componente de discapacidad en sus políticas,
programas y proyectos socioeconómicos;
c) A que formulen o actualicen las estrategias regionales para abordar
la discapacidad, en consultas con las organizaciones de discapacitados;
d) A que mejoren el intercambio de información y experiencias mediante
la organización de conferencias, talleres y grupos de tarea encargados
de abordar la problemática específica de la discapacidad, incluida la
adaptación de las Normas Uniformes;
e) A que analicen la viabilidad de convocar un foro de amplia
participación para formular o perfeccionar una estrategia regional a
largo plazo con planes quinquenales intermedios que comiencen en el
período 1997 al 2002.
f) A que formulen planes nacionales de apoyo.
2. Medidas mundiales
27. Las organizaciones mundiales pueden apoyar las iniciativas
regionales y nacionales encaminadas a lograr la sociedad para todos,
siguiendo la pauta de las políticas y los programas del sistema de
organizaciones de las Naciones Unidas. Las políticas mundiales
deberían perfeccionarse continuamente aprovechando las experiencias
regionales y nacionales. Específicamente, se invita a las
organizaciones internacionales:
a) A que apoyen los planes regionales y nacionales;
b) A que celebren consultas con las organizaciones de discapacitados
cuando se emprenda la formulación o revisión de una amplia gama de
políticas, programas y actividades socioeconómicos, como las
conferencias internacionales o los aniversarios y las conmemoraciones
especiales;
c) A que promuevan los derechos humanos, la salud, la higiene, los
alimentos, la educación, la rehabilitación, el empleo y la vivienda
para todos, en cumplimiento de sus mandatos;
d) A que incorporen un componente de discapacidad bien definido en sus
políticas y programas socio-económicos, incluida la cooperación
técnica y la información pública;
e) A que aprovechen la experiencia de los discapacitados que estén en
sus plantillas administrativas y de proyecto;
f) A que mejoren el intercambio de información entre las organizaciones
internacionales, así como entre los donantes, los encargados de
formular políticas y los organismos de ejecución;
g) A que elaboren materiales didácticos e informativos sobre los
programas que han tenido éxito;
h) A que examinen la viabilidad de emprender un proyecto modelo conjunto
con el fin de asistir a un reducido grupo de gobiernos interesados a
formular una política amplia en materia de discapacidad que pudiera
ensayarse y, con el tiempo, servir de modelo práctico para su
aplicación o adaptación en otros países;
i) A que evalúen y revisen los planes y programas cada cinco años a
fin de incorporar la problemática de la discapacidad y prever la activa
participación de los discapacitados.
C. Supervisión y evaluación
28. Como se desprende de las secciones anteriores, es preciso abordar la
supervisión y evaluación de la Estrategia a Largo Plazo desde dos
perspectivas: los datos nacionales desagregados por ubicación
geográfica, sexo, características socioeconómicas o actividad
programática, y los datos agregados a nivel nacional por medidas
regionales o mundiales.
29. Una primera tarea fundamental consiste en seleccionar las variables
e indicadores de la actuación en cuanto a los logros obtenidos y
dificultades experimentadas. Los indicadores deberán ser claros, bien
definidos y precisos, y deberán dar cuenta de las variaciones en la
actuación y los resultados. Los indicadores de la supervisión
centrarán su atención en la entrega y utilización de los aportes, en
tanto los indicadores de la evaluación lo harán en los resultados
obtenidos y los cambios observados entre los beneficiarios previstos.
30. Debe supervisarse periódicamente y los informes deben coincidir con
los exámenes de planes y presupuestos que se realicen anualmente. Ello
creará la base empírica necesaria para evaluar e instituir los ajustes
del caso en las metas y las actividades. Las actividades de supervisión
del sistema de las Naciones Unidas, incluida la labor del Relator
Especial encargado de las Normas Uniformes, constituyen una valiosa
fuente de aportes colaterales para poder supervisar la Estrategia a
Largo Plazo.
31. Las conclusiones de la evaluación deben publicarse a tiempo para
que coincidan con los exámenes quinquenales de la ejecución del
Programa Mundial previstos para 1997, 2002 y 2007. Ello permitirá
contar con una buena base para definir, examinar y valorar las
principales cuestiones, tendencias y esferas específicas que precisan
atención.
32. Debe procurarse la participación oportuna de las organizaciones de
discapacitados en la selección de los indicadores adecuados que se
utilizarán para medir el progreso o los obstáculos experimentados, en
el análisis de las conclusiones y en la interpretación de los
resultados.
33. El eje de la supervisión y evaluación de la Estrategia a Largo
Plazo es la labor de supervisión en el plano nacional. Esta labor puede
ser o bien responsabilidad de un órgano u organización especialmente
designado a ese fin, como un comité coordinador nacional encargado de
los discapacitados, o puede realizarse como parte de los procedimientos
en marcha para estudiar las tendencias socioeconómicas nacionales. Los
informes de supervisión deben estructurarse como una parte integrante
de las evaluaciones del rendimiento socioeconómico a fin de velar
porque las conclusiones y recomendaciones de la supervisión tengan eco
en las decisiones que se tomen en relación con las políticas, los
programas y los proyectos en materia de desarrollo.
34. La supervisión en el plano regional aprovecharía las conclusiones
a que se arribara en el nivel nacional. Hay un grupo de órganos y
organizaciones regionales que se ocupan de las cuestiones relacionadas
con la discapacidad, entre los que se cuentan las comisiones regionales
de las Naciones Unidas, el Consejo de Europa, la Unión Europea, la Liga
de los Estados Árabes, la Organización de la Unidad Africana, la
Organización de Estados Americanos y el Consejo Nórdico. Es preciso
definir qué unidades de medida resultan aplicables en los distintos
entornos nacionales y son factibles, a la vez, de ser agregadas en el
nivel supranacional.
35. La supervisión de los instrumentos y las convenciones mundiales en
las esferas social y económica pueden proporcionarnos importantes
indicadores contextuales para poder supervisar la Estrategia a Largo
Plazo. Y, a la inversa, este proceso también podría utilizarse para
incorporar las inquietudes en materia de discapacidad en el contexto
general del desarrollo.