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UN Programme on Disability   Working for full participation and equality

Vigilancia de la aplicación de las Normas Uniformes sobre 
la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad

Nota del Secretario General

Página 3/4 Antecedentes Siguentes

Anexo

Informe definitivo del Relator Especial de la Comisión de Desarrollo Social relativo a las actividades de vigilancia de la aplicación de las Normas Uniformes sobre la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad realizadas durante su segunda misión, 1997-2000

Índice

Prefacio

I. Antecedentes y marco de la misión

II. Exposición de las actividades del Relator Especial

III. Observaciones y conclusiones

    II. Exposición de las actividades del Relator Especial

  1. Cuando el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas renovó mi mandato el 27 de julio de 1997 (resolución 1997/19), no hubo cambios importantes en las instrucciones que recibí con respecto a mi trabajo. Por tanto, de conformidad con las directrices que se dan en la sección IV del documento de las Normas Uniformes, he seguido asesorando a los gobiernos que me lo solicitaban, participando en seminarios y conferencias para analizar cómo poner en práctica las Normas y estudiando cómo aplicarlas en todo el mundo mediante encuestas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esas actividades había que llevarlas a cabo dentro de los límites que imponían los recursos existentes. Deseo añadir también que hubo de pasar casi un año del segundo período de vigilancia antes de que empezaran a recibirse nuevas aportaciones de los Estados Miembros.

  2. A la tapa

    A. Promoción de la aplicación de las Normas Uniformes

  3. En el segundo período de vigilancia, he visitado los siguientes países en transición: Mongolia, Armenia, Bulgaria, Rumania y la Federación de Rusia. Con el apoyo del Consejo de Europa he participado en la planificación de una conferencia nacional sobre política en materia de discapacidad para el Gobierno ruso, las organizaciones de discapacitados y representantes de todas las regiones de la Federación. Por desgracia, la conferencia se ha aplazado dos veces.
  4. Un grave problema para muchos de los países en transición es que aún no han trazado directrices para elaborar normas modernas en materia de discapacidad. En prácticamente todos los países en transición hay problemas gravísimos para resolver el problema de las instituciones grandes que se ocupan de los discapacitados. Un buen número de discapacitados graves, principalmente personas con impedimentos intelectuales, psiquiátricos o múltiples, han pasado toda la vida en esas instituciones. Tanto los países afectados como los organismos de cooperación internacional para el desarrollo prestan cada vez más atención a este problema.
  5. Otro problema, que comparten muchos países en transición, es el de las relaciones entre las organizaciones no gubernamentales existentes. Hay organizaciones antiguas para los grupos de ciegos y sordos, ya que el régimen anterior las admitía como socias en la creación de oportunidades de empleo. En el caso de otros grupos de discapacitados, se están constituyendo nuevas organizaciones y a veces hay dificultades para lograr que estas diversas organizaciones mantengan buenas relaciones de trabajo.
  6. Desde 1997, he visitado también varios países en desarrollo para estudiar su política con respecto a los discapacitados, como Tailandia, Jordania, Chile, el Uruguay, México y Costa Rica. Los programas que he observado en mis visitas variaban considerablemente. En algunos casos, nuestro diálogo ha versado más bien sobre cuestiones esenciales de política en materia de discapacidad. En otros casos, se habían aprobado leyes nuevas y nuestras conversaciones trataron de cuestiones relativas a su aplicación. En ocasiones he formulado recomendaciones en un recordatorio que he enviado al Presidente o al Primer Ministro del país interesado. Esos recordatorios han influido, a menudo, en la elaboración de nuevas medidas.
  7. Durante este segundo período, también he participado en conferencias internacionales, en algunas de las cuales se han planteado nuevos temas o se han tratado las Normas Uniformes desde una perspectiva particular. En 1997, participé en una conferencia coorganizada por la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (CESPAP) y por Rehabilitación Internacional. Se me invitó a hablar en la Reunión de funcionarios superiores en observancia de la mitad de período del Decenio de Asia y el Pacífico para los Impedidos (1993-2000) (Seúl, 26 a 29 de septiembre de 1997). En mi declaración, señalé el hecho de que el Programa de Acción, que constituía el documento esencial de las actividades del Decenio para los Impedidos, y las Normas Uniformes se habían elaborado simultáneamente. Están imbuidos del mismo espíritu, pero tienen finalidades un tanto distintas. Las Normas Uniformes son un conjunto de directrices, mientras que el Programa de Acción es, ante todo, una selección de algunas esferas de desarrollo importantes. En mi opinión, ambos pueden y deben combinarse en los esfuerzos nacionales por mejorar las condiciones de vida de los discapacitados. Debe hacerse todo lo posible por evitar la duplicación de tareas y los dos mecanismos de vigilancia deben intercambiar información de manera más sistemática.
  8. En 1998, participé en un foro mundial sobre los derechos humanos de los ciegos, que se celebró en el Uruguay (Montevideo, del 6 al 18 de noviembre de 1998). En mi discurso, señalé que había nuevas e importantes oportunidades de afianzar los derechos de los discapacitados, aprovechando los avances que se habían logrado en el ámbito de los derechos humanos en años recientes. Hice hincapié en que las organizaciones de discapacitados tenían la misión fundamental de estar en la vanguardia de este movimiento. También aproveché la oportunidad para felicitar a los representantes de los países del continente americano por el progreso que habían logrado en la redacción de un convenio regional sobre los derechos de los discapacitados.
  9. En enero de 1999, Disabled People South Africa y la Fundación Sueca de Ayuda Internacional a las Organizaciones de Discapacitados (SHIA) organizaron un seminario africano sobre la cooperación para el desarrollo, la discapacidad y los derechos humanos. En él se aprobó una resolución en que se proponía que se celebrara un decenio africano de los impedidos, del año 2000 al 2009.
  10. En mi discurso, hice una reseña de los acontecimientos recientes más importantes que se habían producido en el ámbito de los derechos humanos. También me permití hacer las siguientes propuestas acerca de la cuestión del decenio africano de los impedidos:
  11. a) Los gobiernos de África deben aceptar los programas del decenio, prestarles apoyo y participar activamente en ellos;

    b) Las organizaciones de discapacitados deben participar de manera directa y activa en todos los estadios y niveles del programa;

    c) Debe haber una labor de planificación y coordinación eficientes para el programa;

    d) Los gobiernos deben incluir las necesidades de los discapacitados en sus negociaciones generales sobre cooperación para el desarrollo;

    e) Debe haber un programa general convenido para el decenio;

    f) Debe obtenerse suficiente apoyo financiero para sufragar las actividades básicas del programa, y

    g) La movilización de los discapacitados debe constituir una actividad básica dentro del programa.

  12. El Gobierno de Jordania y el Colegio de Médicos Suecos de Jordania coorganizaron en Ammán (Jordania) un simposio panárabe sobre las Normas Uniformes de las Naciones Unidas (del 18 al 20 de septiembre de 1997). Participaron en él representantes de gobiernos, profesionales y organizaciones no gubernamentales de 12 países árabes. Se aprobó una declaración que serviría de guía a los diversos países. Cabe mencionar las siguientes recomendaciones:
  13. a) Los gobiernos deben proclamar su voluntad de lograr la meta de la participación y la igualdad plenas de los discapacitados;

    b) Los gobiernos deben aprobar unos planes de trabajo nacionales para cuestiones de procedimiento a fin de aplicar las Normas Uniformes por conducto de los ministerios competentes y de otras instancias;

    c) Los gobiernos deben reconocer el papel de las organizaciones de discapacitados, que representan a éstos en los asuntos que los afectan;

    d) Debe constituirse un consejo nacional en cada país, y

    e) Los gobiernos deben reconocer la importancia de la rehabilitación de base comunitaria para hacer participar a las comunidades locales en la elevación de las condiciones de vida de los discapacitados.

    A la tapa

    B. Tercera encuesta mundial en colaboración con la Organización Mundial de la Salud

  14. Los cuatro primeros artículos del texto de las Normas Uniformes se agrupan bajo el epígrafe de "Requisitos para la igualdad de participación". El sentido de este epígrafe es que deben adoptarse medidas en esos ámbitos, ya que son necesarias para permitir a los individuos participar activamente en la sociedad. Tres de esos artículos - Atención médica, Rehabilitación y Servicios de apoyo (que entrañan la prestación de recursos y equipo) - abarcan ámbitos que son de competencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
  15. En las conversaciones que celebré en 1998 con el Grupo de Expertos y con los representantes de la OMS, se convino en que debería hacerse una encuesta sobre la aplicación de las Normas en esos ámbitos. La OMS se ofreció a hacerla.
  16. En 1999 se reunió información mediante un cuestionario que se envió a los 191 gobiernos de los Estados miembros de la OMS y a más de 600 organizaciones no gubernamentales nacionales que trabajaban con discapacitados. La información recopilada se refería a cuestiones relacionadas con los siguientes 4 artículos: artículo 2 - atención médica, artículo 3 - rehabilitación, artículo 4 - servicios de apoyo y artículo 19 - capacitación del personal. El cuestionario, que constaba de 35 preguntas, se repartió en abril de 1999.
  17. El objetivo de la encuesta era doble: determinar la política de los gobiernos en materia de atención médica, rehabilitación, servicios de apoyo y capacitación del personal y determinar las estrategias que se adoptaban y los problemas que se afrontaban al trabajar en el ámbito de la atención médica a los discapacitados y la rehabilitación de éstos.
  18. Se pidió a los encuestados que respondieran al cuestionario para determinar la política oficial del país de que se trataba. En total, respondieron 104 gobiernos, resultado que debe considerarse muy satisfactorio.
  19. Se recibieron respuestas de países que representaban a las distintas regiones del mundo: 17 de América, 25 de Europa, 20 de la región del Pacífico occidental, 4 de la región de Asia sudoriental, 11 de la región del Mediterráneo oriental y 27 de África.
  20. Si se clasifican las respuestas de los gobiernos según criterios socioeconómicos, se observa que hay 18 países con economía de mercado desarrollada, 9 países con economía en transición y 77 países en desarrollo, 24 de ellos pertenecientes al grupo de países menos adelantados.
  21. Se recibieron 115 respuestas de organizaciones no gubernamentales. La clasificación de las respuestas es la siguiente: se recibieron 18 respuestas de organizaciones afiliadas a Disabled Peoples´ International; 28 respuestas de organizaciones afiliadas a Inclusion International; 24 respuestas de organizaciones afiliadas a Rehabilitación Internacional; 23 respuestas de organizaciones afiliadas a la Unión Mundial de Ciegos; 14 respuestas de organizaciones afiliadas a la Federación Mundial de Sordos, y 8 respuestas de organizaciones afiliadas a la Federación Mundial de Usuarios Psiquiátricos. El número total de países cuyos gobiernos u organizaciones no gubernamentales respondieron es de 130.
  22. La información de los gobiernos la proporcionó la división o dependencia del ministerio encargado de la atención médica, la rehabilitación y los servicios de apoyo a los discapacitados (normalmente el Ministerio de Sanidad o el de Asuntos Sociales). Pese a las limitaciones que impone este método de recopilación de información - en el que se presupone que las respuestas las dará el funcionario mejor informado de la esfera de que se trate o que éste funcionario se molestará en recurrir a otras fuentes si no sabe responder -, la encuesta representa una síntesis incomparable de información sobre la política y los usos de todo el mundo. Cabe esperar que sirva de ayuda a los encargados de formular políticas, los administradores, los especialistas en rehabilitación y los representantes de organizaciones que trabajan con los discapacitados. El estudio se llevó a cabo en colaboración estrecha con mi oficina y constituirá una aportación grata y significativa a nuestro conocimiento y nuestra comprensión de la situación del mundo. La OMS publicará en el año 2000 la versión íntegra del informe sobre los resultados de la encuesta.
  23. El contenido del presente informe, elaborado mientras se analizaban todavía los resultados de la encuesta, consta de un número reducido de cuestiones más generales relativas al ámbito de cada uno de los artículos. Se trata principalmente de las cuestiones de en qué medida se prestan los servicios previstos en los ámbitos definidos, en qué medida participan los gobiernos y otras entidades y qué influencia tienen los discapacitados y sus organizaciones en esos servicios. Por desgracia, no pudieron tenerse en cuenta las respuestas de las organizaciones no gubernamentales nacionales.
  24.  

    Atención médica

  25. Según la primera oración del artículo relativo a la atención médica, "[l]os Estados deben asegurar la prestación de atención médica eficaz a las personas con discapacidad". La primera cuestión se refiere al grado en que los Estados cumplen esta recomendación. La inmensa mayoría de los Estados miembros (99 de 104) prestan servicios a los discapacitados. La atención médica a los niños discapacitados está incluida, en 90 países, dentro del régimen general de atención médica.
  26. Según el primer párrafo del artículo relativo a la atención médica, "[l]os Estados deben esforzarse por proporcionar programas dirigidos por equipos multidisciplinarios de profesionales para la detección precoz, la evaluación y el tratamiento de las deficiencias".
  27. La gran mayoría de los países incluyen la prevención y el tratamiento de las deficiencias y las técnicas de rehabilitación en el régimen de atención médica y en otros programas. Es menos común que haya programas de asesoramiento a los progenitores y de detección y diagnóstico tempranos. Quince países carecen de programas de esta índole.
  28. Otra pregunta se refería al grado de participación de las organizaciones de discapacitados en la planificación y la evaluación de esos programas. En la mayoría de los países (59 de 103), las organizaciones de discapacitados participan en ocasiones. Sólo hay tres países en que las organizaciones de discapacitados participen siempre en esos programas; en cambio son 12 los países cuyas organizaciones de discapacitados nunca participan en la planificación ni en la evaluación de los programas de atención médica. En 29 países, esas organizaciones tienen una participación frecuente.
  29. En otra pregunta se pedía información sobre si los discapacitados recibían tratamiento médico habitual para mantener o mejorar su grado de funcionamiento y, en el caso de los países donde eso no sucedía, qué criterios se empleaban para determinar la necesidad de ese tratamiento. En 85 de 103 países, los discapacitados reciben tratamiento médico habitual. Los 18 países en que no se facilitaba tratamiento médico adujeron las siguientes razones: falta de programas especiales (16), falta de personal (12), falta de capacitación (8), actitudes sociales negativas (9) y limitaciones económicas familiares (12).
  30. Una pregunta se refería al asunto de la financiación de la atención médica. De las respuestas se desprende que los pacientes de 31 países pagan íntegramente los gastos correspondientes. En los demás países, la atención médica se presta gratuitamente o en régimen mixto que entraña el pago por el paciente, subvenciones estatales o seguridad social. En los 62 países que respondieron a la pregunta sobre el pago de los gastos de atención médica por la seguridad social, se observa lo siguiente: hay 22 países en los que el 20% o menos de la población está protegida por planes de seguridad social, y 27 países en los que entre el 81% y el 100% de la población está protegida por esos planes. La conclusión que se desprende de todo ello es que, cuando la seguridad social paga la atención médica, los beneficiarios son bien una pequeña parte de la población (a menudo, funcionarios de la administración pública) o bien casi toda ella.
  31. Otra pregunta se refería a la prestación de atención médica en los pueblos y las zonas urbanas pobres. De los 102 países que respondieron, 97 indicaron que se prestaban servicios en esas zonas. De esos 97 países, 88 indicaron que proporcionaban servicios de atención primaria de la salud y 44 que prestaban atención médica mediante programas comunitarios.
  32. Por último, se preguntó a los encuestados que indicaran qué servicios de información y comunicación se prestaban a los discapacitados que recibían atención médica. Según las respuestas recibidas, el servicio más frecuente que se prestaba era el de proporcionar información fácil de leer (62 de los 104 países que respondieron). Cincuenta países proporcionaban interpretación en lenguaje de signos y un tercio de los países facilitaba información en braille o en casete.
  33.  

    Rehabilitación

  34. En una primera pregunta de carácter general, se pidió información sobre en qué medida proporcionaban los Estados miembros programas nacionales de rehabilitación. Setenta y tres de los 102 países que respondieron indicaron que había programas de esa índole.
  35. Había 51 países (de los 104 que respondieron) que administraban programas comunitarios de rehabilitación a nivel local. Casi otros tantos países facilitaban programas de esa índole a nivel de distrito. Trece países indicaron que carecían de servicios comunitarios de rehabilitación. Por lo que atañe a la rehabilitación institucional, de las respuestas se desprende lo siguiente: 74 países tienen instituciones de rehabilitación de ámbito nacional; 56, de ámbito provincial; 46, de distrito, y 22, de ámbito local. En ocho países no había programas institucionales de rehabilitación.
  36. Se hizo una pregunta sobre qué grupos recibían servicios de rehabilitación. En general, las respuestas indicaron que, en la mayoría de los países, había programas de rehabilitación destinados a muchos grupos. En la mayoría de los casos se destinaban a personas con deficiencias motoras (99 de los 104 países que respondieron), a personas con deficiencias auditivas (90), deficiencias visuales (89) y discapacidades intelectuales (86) y a los sordos (84). Merece la pena observar que incluso en el caso de los de los problemas de aprendizaje (por ejemplo, la dislexia) un número considerable de países (69) prestan servicios de rehabilitación. Hasta 74 llegan los países que tienen servicios de rehabilitación para enfermos mentales.
  37. Estas cifras elevadas son alentadoras, pero hay que añadir que dicen poco acerca de si todas las personas pertenecientes a los distintos grupos que necesitan servicios de rehabilitación tienen verdaderamente acceso a esos servicios. La disponibilidad de esos servicios varía desde la prestación de atención a todos quienes los necesitan hasta la prestación de atención a una pequeña porción del grupo afectado. También debe tenerse en cuenta que las cifras que acaban de enunciarse indican que no hay servicios en un número considerable de países; por ejemplo, para las personas con deficiencias auditivas, no los hay en 14 países y para las personas con deficiencias visuales no los hay en 15.
  38. Otra pregunta se refería a cuáles eran las fórmulas de participación de los discapacitados, sus familias y sus organizaciones en los servicios de rehabilitación. Según la información recibida, en lo que más participan los discapacitados es en los servicios comunitarios de rehabilitación y en las labores de maestro, instructor y asesor calificado, y en lo que menos participan es en la formulación y la evaluación de los programas de rehabilitación. El mismo fenómeno se repite en las familias de los discapacitados, aunque éstas participan con más frecuencia en las citadas actividades que los propios discapacitados. Por lo que atañe a las organizaciones de discapacitados, se produce el fenómeno contrario. Las actividades en que más participan esas instituciones son la planificación y la organización de los servicios de rehabilitación y la formulación y evaluación de los programas correspondientes. Los representantes de esas organizaciones trabajan, con muchísima frecuencia, como maestros calificados. También hay que señalar que, en muchos países, esas organizaciones no participan en ninguna de esas actividades. Lo mismo ocurre, e incluso en mayor medida, en el caso de los discapacitados y sus familias. Por lo que respecta a la rehabilitación comunitaria, las organizaciones tienen un grado de participación igual al de los discapacitados; participan en ella en 44 países.
  39.  

    Servicios de apoyo

  40. En el presente informe nos hemos limitado a seleccionar preguntas relativas al suministro de equipo y recursos (muletas, prótesis, aparatos auditivos, aparatos visuales, etc.) a los discapacitados.
  41. Se pidió información sobre la participación de los gobiernos en el suministro de recursos de esa índole. En 87 de los 96 países, que facilitaron información sobre esta cuestión, los gobiernos participan en el suministro de recursos y equipo. Este alto grado de participación es alentador, pero al mismo tiempo debe repararse en que ello no indica en qué medida los discapacitados que necesitan recursos y equipo los reciben realmente.
  42. Por lo que respecta a la pregunta que se hizo sobre el pago de esos recursos y equipo, se obtuvieron los siguientes resultados. Respondieron 104 países. Lo más común era que ese servicio se sufragara en régimen de responsabilidad compartida entre los ministerios y los discapacitados. En 28 países, los ministerios o los ayuntamientos pagaban íntegramente esos recursos y equipo; en nueve países, los gastos los pagaban íntegramente los planes de seguridad social; en 18 países, los pagaban íntegramente los propios discapacitados y, en 13 países, las organizaciones no gubernamentales. En 32 países, ni los ministerios ni los ayuntamientos pagaban parte alguna de los gastos de suministro de esos recursos y equipo.
  43. Por lo que atañe a las clases de recursos y equipo que proporcionan los gobiernos, los resultados son los siguientes: el material auxiliar que se proporciona con más frecuencia son las muletas (87 de los 104 países que respondieron); en 83 países, se proporcionan prótesis y ortosis; en 77 países, sillas de ruedas; en 64 países, aparatos auditivos; en 62 países, accesorios para la vista; en 48 países, recursos para la vida diaria y, en 23 países, computadoras. Los recursos que se proporcionan con más frecuencia son los destinados a personas con deficiencias motoras, seguidos del equipo para personas con deficiencias auditivas o visuales. Como es natural, los diversos aspectos del suministro de las distintas clases de equipo entrañan ciertos gastos. Un resultado sorprendente es que más de la mitad de los países que han facilitado información no suministran recursos para la vida diaria.
  44. También se solicitó información sobre la prestación de servicios de interpretación a las personas con deficiencias auditivas: 67 de los 100 países, que facilitaron información respondieron que sí prestaban servicios de interpretación.
  45. Se solicitó información sobre el grado de participación de los discapacitados o sus organizaciones en la planificación de los servicios de apoyo. En casi la tercera parte de los países que respondieron a la pregunta, ni los discapacitados ni sus organizaciones participaban en ese proceso. En 68 de los 99 países que facilitaron información, los discapacitados participaban en la planificación de los servicios de apoyo.
  46.  

    Capacitación del personal

  47. La primera pregunta que se hizo sobre la capacitación del personal fue si los gobiernos velaban por que todos los organismos, oficiales y no oficiales, que prestaban servicios a los discapacitados impartieran capacitación a su personal. De los 96 gobiernos que respondieron, 64 indicaron que no velaban por que se proporcionara capacitación.
  48. Entre 47 y 76 gobiernos indicaron que el estudio de la discapacidad era parte de la formación profesional de distintos grupos de personas (fisioterapeutas, enfermeros, asistentes sociales, etc.) que trabajaban en los ámbitos de la atención médica y la rehabilitación.
  49. Cuarenta y tres gobiernos (de los 92 que respondieron) indicaron que consultaban con las organizaciones de discapacitados al elaborar programas de formación de personal.
  50. El resultado más notable de esta parte de la encuesta fue que un tercio de los gobiernos no velaban por que los organismos oficiales y no oficiales que prestaban servicios a los discapacitados ofrecieran formación a su personal.

  51. A la tapa

    C. Progreso en materia de derechos humanos

  52. Uno de los ámbitos cuya evolución ha tenido más importancia en los últimos años es el de los derechos humanos de los discapacitados. En mi condición de Relator Especial sobre la discapacidad de la Comisión de Desarrollo Social, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas me invitó a participar en este proceso. Antes de exponer las novedades recientes deseo, describir el proceso, que se inició ya con motivo del Año Internacional de los Impedidos.
  53. En el Programa de Acción Mundial para los impedidos (A/37/351/Add.1 y Add.1/Corr.1, secc. VIII) se incluye una sección sobre los derechos humanos y la discapacidad. Las siguientes recomendaciones son de particular interés:
  54. "[...] las organizaciones y los organismos del sistema de las Naciones Unidas encargados de la preparación y administración de acuerdos, pactos y otros instrumentos internacionales que puedan tener repercusiones directas o indirectas en los impedidos deben velar por que en tales instrumentos se tome plenamente en cuenta la situación de las personas impedidas. (párr. 164)

    Pueden darse situaciones especiales que hagan imposible que las personas impedidas ejerzan los derechos y libertades humanos reconocidos como universales para toda la humanidad. La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas debe examinar tales situaciones. (párr. 166)

    La ocurrencia de violaciones graves de los derechos humanos básicos, como la tortura, puede ser causa de incapacidades mentales y físicas. La Comisión de Derechos Humanos debe prestar atención, entre otras cosas, a tales violaciones con el objeto de adoptar las medidas apropiadas para mejorar la situación. (párr. 168)"

  55. El 29 de agosto de 1984, la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección de las Minorías aprobó la resolución 1984/20, en la que decidió nombrar un Relator Especial, el Sr. Leandro Despouy, que se encargara de hacer un estudio exhaustivo de la relación entre los derechos humanos y la discapacidad. Su estudio, Human Rights and Disabled Persons, se publicó en 1993 (E.92.XIV.4). El Sr. Despouy puso de relieve que la discapacidad era una cuestión que afectaba a los derechos humanos y en la que deberían interesarse activamente los órganos de vigilancia de las Naciones Unidas. Entre las recomendaciones que hizo, cabe citar las siguientes:
  56. a) Una vez que terminara el Decenio, debería mantenerse el tema de los derechos humanos y la discapacidad en el programa de la Asamblea General, del Consejo Económico y Social, de la Comisión de Derechos Humanos y de la citada subcomisión como tema que merece interés constante y atención permanente;

    b) El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas debería asumir la función de supervisión en el ámbito de la discapacidad. El Comité debería recibir un mandato especial a estos efectos.

  57. En 1994, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales asumió esa responsabilidad al formular su observación general No. 5, en la que hizo un análisis interesante de la discapacidad como cuestión de derechos humanos.
  58. En la citada observación general se declara lo siguiente:
  59. "El Pacto no se refiere explícitamente a personas con discapacidad. Sin embargo, la Declaración Universal de Derechos Humanos reconoce que todos los seres humanos han nacido libres e iguales en dignidad y en derechos y, como las disposiciones del Pacto se aplican plenamente a todos los miembros de la sociedad, las personas con discapacidad tienen claramente derecho a toda la gama de derechos reconocidos en el Pacto. Además, en la medida en que se requiere un tratamiento especial, los Estados Partes han de adoptar medidas apropiadas, en toda la medida que se lo permitan los recursos disponibles, para lograr que dichas personas procuren superar los inconvenientes, en términos del disfrute de los derechos especificados en el Pacto, derivados de su discapacidad. Además, el requisito que se estipula en el párrafo 2 del artículo 2 del Pacto que garantiza 'el ejercicio de los derechos que en él se enuncian, sin discriminación alguna' basada en determinados motivos especificados 'o cualquier otra condición social' se aplica claramente a la discriminación basada en motivos de discapacidad."

  60. En su 54° período de sesiones, celebrado en 1998, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, decidió estudiar cuestiones que afectaban a los derechos humanos de los discapacitados. Tuve oportunidad de hablar sobre esas cuestiones. En mi declaración, hice algunas recomendaciones, que la Comisión tuvo muy en cuenta. Algunos Estados miembros y organizaciones no gubernamentales hicieron también aportaciones al debate.
  61. De resultas de las deliberaciones, la Comisión aprobó la resolución 1998/31, en la que hizo algunas declaraciones y recomendaciones de gran importancia para la evolución futura de ese ámbito.
  62. En el primer párrafo de la citada resolución, la Comisión reconoció que las Normas Uniformes de las Naciones Unidas eran un instrumento de evaluación que debía utilizarse para juzgar el grado de cumplimiento de las normas de derechos humanos relativas a los discapacitados. Se alentaba a las organizaciones no gubernamentales que se ocupaban de los discapacitados a que proporcionaran la información pertinente al Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y a que recurrieran a la cooperación técnica que les ofrecía la Oficina del Alto Comisionado para ayudarlas a actuar con eficacia en el ámbito de los derechos humanos. Asimismo, en la citada resolución la Comisión alentaba a todos los órganos encargados de supervisar la aplicación de instrumentos internacionales de derechos humanos a que vigilaran el cumplimiento por los Estados de los compromisos contraídos en virtud de dichos instrumentos, a fin de garantizar el pleno disfrute de esos derechos por los discapacitados y pidió a los gobiernos que tuvieran plenamente en cuenta la cuestión de los derechos humanos de las personas con discapacidad cuando presentaran sus informes de conformidad con los instrumentos pertinentes de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos. La Comisión invitó al Relator Especial de la Comisión de Desarrollo Social a que interviniera ante ella en su 56° período de sesiones, que se celebraría en el año 2000. Por último, la Comisión pidió al Secretario General que informara bienalmente a la Asamblea General de los progresos que se hubieran realizado para lograr el pleno reconocimiento y el disfrute de los derechos humanos de las personas con discapacidad.

  63. A la tapa

    D. Cooperación con la Secretaría y otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas

  64. Una dependencia especial de la División de Política Social y Desarrollo del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales tiene el mandato, ya encomendado con motivo del Año Internacional de los Impedidos, de servir de centro de coordinación en materia de discapacidad dentro del sistema de las Naciones Unidas. La dependencia refuerza actualmente esa función elaborando una base de información en la Internet y poniendo en marcha un proyecto para crear una biblioteca mediante la compilación de información sobre normas y principios internacionales. La dependencia también se encarga de efectuar una estimación y una evaluación quinquenales del Programa de Acción Mundial y de prestarme asistencia en mi tarea de supervisión. Además, administra el Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para Problemas de Discapacidad, que cofinancia proyectos catalíticos en países en desarrollo y en transición.
  65. La División de Estadística del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales se ha estado ocupando cada vez más de los discapacitados en los cinco últimos años. En la actualidad, su labor se centra fundamentalmente en dos importantes esferas: el perfeccionamiento de los conceptos y métodos estadísticos y de los programas de recopilación de datos y la compilación y difusión de datos estadísticos sobre discapacidad.
  66. Como se puede observar en el informe del Secretario General a la Asamblea General en su quincuagésimo cuarto período de sesiones, son numerosos los fondos, programas y organismos especializados de las Naciones Unidas que también intervienen en el ámbito de la discapacidad.
  67. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) participan en la formulación de políticas en sus respectivas esferas de competencia. A mi parecer, las Normas Uniformes sirven de documento de política básico en este proceso. En el caso de la OMS, el nuevo documento normativo, actualmente en la etapa de redacción, se basa explícitamente en las Normas. En la comparación que he hecho del contenido de las Normas con documentos como la Declaración de Salamanca de 1994 o el Convenio 159 de la OIT, he comprobado que, aunque el lenguaje difiera en ocasiones, los objetivos y principios son los mismos.
  68. Todas las organizaciones citadas tienen un número sustancial de proyectos nacionales que se financian por medio de diversos mecanismos gubernamentales e intergubernamentales. En algunos casos, esas organizaciones cooperan en proyectos nacionales, si bien me consta que esto no sucede con regularidad.
  69. En el marco de mi labor, he cooperado con estas entidades de las Naciones Unidas de muy diferentes maneras. Los representantes locales han participado a menudo en los debates celebrados durante mis misiones a distintos países. En ciertos casos, he visitado las sedes de las organizaciones con el fin de examinar determinados temas. Como ya he señalado anteriormente, sus representantes formularon exposiciones en las dos reuniones del Grupo de Trabajo, celebradas en 1997 y 1998. En esas reuniones también participó la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
  70. Durante el Decenio Internacional de las Naciones Unidas para los Impedidos y varios años después existió un mecanismo interinstitucional especial de coordinación e intercambio de experiencias en el sistema de las Naciones Unidas. En el marco de la reforma de los órganos subsidiarios del Comité Administrativo de Coordinación del sistema, las reuniones anuales oficiales se sustituyeron normalmente por mecanismos especiales de carácter más oficioso. Un grupo central, formado por la OIT, la UNESCO, el UNICEF y la OMS, se ha venido reuniendo de manera extraoficial y se ha ampliado en los últimos años. Se me ha invitado a participar en él y así lo he hecho siempre que he podido.
  71. En mi informe anterior a la Comisión de Desarrollo Social indiqué que los principales organismos internacionales de cooperación para el desarrollo no se esforzaban lo suficiente por incorporar a sus actividades habituales las medidas sobre discapacidad, con el riesgo consiguiente de excluir o relegar el tema de los programas de desarrollo. En los tres últimos años se ha iniciado un cambio alentador.
  72. En marzo de 1998 participé en un seminario relativo a la política sobre discapacidad organizado por el Departamento de Desarrollo Humano del Banco Mundial. Alrededor de 30 funcionarios del Banco (incluido el jefe del Departamento de Desarrollo Humano) participaron en los debates. En el seminario se nos informó de que el Banco estaba iniciando un proceso encaminado a elaborar una política sobre discapacidad en el seno de la organización. Desde entonces, son numerosas las nuevas iniciativas adoptadas y los representantes del Banco Mundial han comenzado a participar más activamente en los asuntos internacionales relacionados con la discapacidad.
  73. Según un informe reciente, los documentos básicos de las Naciones Unidas sirven de marco a las actividades del Banco Mundial en el ámbito de la discapacidad. Para intervenir eficazmente en esa esfera, el Banco Mundial depende de su asociación con otros organismos, que se fomenta mediante la participación en las conferencias y los grupos de trabajo pertinentes. El Banco reconoce el valor económico y social de acrecentar la participación de los ciudadanos discapacitados en la sociedad y cuenta con un número cada vez mayor de proyectos en esa esfera. Se ha creado una guía de proyectos del Banco que se actualizará periódicamente, ya que se espera que el número de proyectos siga creciendo.
  74. El Banco Mundial recientemente ha emprendido una serie de iniciativas para ampliar la incorporación de las personas con discapacidad a su labor y para asistir a los países en la consecución de sus propios objetivos en materia de acceso, inclusión y lucha contra la pobreza. En el marco de los preparativos del próximo Informe sobre el Desarrollo Mundial, que girará en torno a la pobreza, el Banco está llevando a cabo un análisis de los vínculos entre discapacidad y pobreza en los países en desarrollo.
  75. A fin de mejorar la calidad del apoyo que presta a los discapacitados en los países en desarrollo, el Banco está reuniendo información sobre prácticas acertadas en materia de asistencia para el desarrollo. Entre las medidas que ha adoptado para ampliar la incorporación de las personas con discapacidad a su labor, cabe citar la creación de un grupo de trabajo interno centrado en el tema de la discapacidad.
  76. Por último, cabe señalar que el Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Interamericano de Desarrollo recientemente han puesto en marcha medidas encaminadas a abordar mejor las cuestiones relacionadas con la discapacidad.
  77.  

    Reunión consultiva oficiosa

  78. En junio de 1999 la OMS y el PNUD organizaron conjuntamente una reunión consultiva oficiosa cuyo objetivo general fue examinar la adopción de un planteamiento de colaboración más eficaz en materia de discapacidad, que integrara los aspectos generales de la prevención y la rehabilitación y cuestiones de derechos humanos. Participaron en la reunión representantes de organismos de las Naciones Unidas, entre ellos el Banco Mundial, y determinadas organizaciones no gubernamentales que trabajan en la esfera de la discapacidad. Acepté la invitación de presidir la reunión.
  79. Tras examinar la situación mundial, las actividades en curso relativas a la discapacidad, los derechos, las necesidades y las posibilidades de acción mundial, los obstáculos y medios actuales y las modalidades futuras de colaboración, los participantes hicieron la siguiente evaluación de la situación:
  80. a) En el decenio de 1990 se hicieron grandes progresos en los planos político y operacional, aunque la discapacidad no ha ocupado aún un lugar destacado en los programas internacionales de desarrollo, lo que no deja de ser sorprendente habida cuenta del número amplio y creciente de personas discapacitadas;

    b) Es necesario mejorar la información sobre la discapacidad. Se deben elaborar y aplicar mejores metodologías y nuevos instrumentos de recopilación y análisis de datos;

    c) También es preciso que todas las organizaciones de las Naciones Unidas asignen mayor prioridad al tema de la discapacidad;

    d) Si bien las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales asociadas han prestado apoyo a actividades provechosas entre ellas actividades conjuntas entre diversas organizaciones, sus esfuerzos siguen estando fragmentados a nivel nacional y carecen de mecanismos de seguimiento;

    e) Se puso de manifiesto la necesidad y el interés de desarrollar un programa interinstitucional común en apoyo de políticas y programas favorables a los discapacitados en el plano nacional, con componentes y aportaciones precisos de cada organización;

    f) Se expresó reconocimiento al sistema de coordinadores residentes de las Naciones Unidas, así como interés en trabajar por su conducto a nivel de los países;

    g) Los participantes mostraron interés en facilitar la colaboración interinstitucional a nivel mundial por medio de un mecanismo apropiado, sin añadir un nuevo estrato administrativo ni menoscabar el mandato de cada organización afectada;

    h) Se debe analizar la posibilidad de crear un subcomité sobre discapacidad en el seno del Comité Administrativo de Coordinación. Dicho subcomité podría hacer las veces de foro interinstitucional, lo que daría a la discapacidad un lugar más prominente y visible.

    A la tapa

    E. Cooperación con las organizaciones no gubernamentales internacionales

  81. Uno de los rasgos más característicos de la tarea de supervisión de las Naciones Unidas es la estrecha cooperación con las principales organizaciones no gubernamentales internacionales que actúan en la esfera de la discapacidad, organizaciones éstas que ya participaron directamente en la redacción de las Normas Uniformes a principios del decenio de 1990. En mi informe de 1997 a esta Comisión describí su participación activa.
  82. Las seis organizaciones que respondieron a la invitación de las Naciones Unidas y formaron el grupo de expertos en 1994 han desempeñado un papel destacado en el proyecto. Cabe mencionar, con todo, que otras organizaciones también han apoyado activamente las Normas y las han utilizado en sus trabajos.
  83. Las seis organizaciones cuentan con una red de más de 600 filiales nacionales. Esas organizaciones nacionales han desempeñado un importante papel en mis visitas a los países. Me he puesto en contacto con ellas frecuentemente con motivo de los preparativos de mis visitas. Han participado en las deliberaciones con los gobiernos y he tratado de que participaran en las tareas de seguimiento resultantes de mis visitas.
  84. En recientes informes remitidos a mi oficina, las seis organizaciones me han comunicado que siguen utilizando considerablemente las Normas Uniformes en su labor. Las guías para los usuarios y otros materiales educativos relacionados con las Normas, que se elaboraron durante el primer período de supervisión, se siguen utilizando. En este segundo período se han organizado nuevos seminarios y conferencias para los funcionarios y miembros de las organizaciones y algunas de ellas han nombrado agentes especiales para coordinar los trabajos con las Normas. Varias organizaciones aseguran valerse de ciertos aspectos de las Normas en sus intentos por mejorar los servicios o el acceso.
  85. Las organizaciones también informan de que prosigue la traducción de las Normas a un mayor número de idiomas nacionales. La Unión Mundial de Ciegos está proporcionando a sus organizaciones afiliadas versiones en Braille de las Normas en diversos idiomas y la organización "Inclusion International" informa de la disponibilidad de las Normas en versiones de fácil lectura en varias lenguas.
  86. Por último, cabe mencionar que durante el período comprendido entre 1997 y 1999 la "International Disability Foundation" ejecutó un programa de promoción y acción para la aplicación de las Normas Uniformes. El programa, concebido con el fin de crear oportunidades para que las organizaciones nacionales de ayuda a los discapacitados promuevan la aplicación de las Normas, ha puesto recursos financieros y técnicos a disposición de organizaciones de seis países africanos . La responsabilidad de cada programa nacional recae en un comité directivo integrado por representantes de las organizaciones nacionales. El Organismo Danés de Desarrollo Internacional (DANIDA) y la International Disability Foundation han aportado los fondos necesarios para este programa.

  87. A la tapa

    F. Promoción de aspectos especiales

    1. Los niños con discapacidades

  88. El 6 de octubre de 1997, el Comité de los Derechos del Niño celebró un día de debate general en Ginebra. En un esquema preparado para el acto, el Comité insistió en que a lo largo de la historia se había negado y en muchas sociedades se seguía todavía negando a los niños con discapacidades el acceso a la educación, la vida familiar, la atención médica, las oportunidades de juego y capacitación y el derecho a participar en las actividades normales de la infancia. Pese a que sufrían de hecho una forma de exclusión social equivalente a la denegación de sus derechos fundamentales consagrados en la Convención, raramente figuraba su suerte en un lugar destacado de los programas nacionales o internacionales y más bien seguían siendo invisibles.
  89. En el debate participaron varios miembros del Comité y representantes de los organismos de las Naciones Unidas, entre ellos el Banco Mundial, y una serie de organizaciones no gubernamentales internacionales. Se me invitó a formular una exposición en mi calidad de Relator Especial sobre política en materia de discapacidad. En mi exposición establecí una comparación entre la Convención sobre los Derechos del Niño y las Normas Uniformes. Me referí al estatuto jurídico diferente de los dos documentos. Hice hincapié tanto en sus diferencias como en su complementariedad. La Convención es una declaración importante de principios que protege los derechos de todos los niños, incluidos los niños con discapacidades. Las Normas Uniformes constituyen todo un documento sobre política en materia de discapacidad, con un grado de especificidad mucho mayor y más orientación sobre qué se debe hacer y cómo debe hacerse. Es preciso adoptar medidas para combatir la exclusión y las condiciones desfavorables en dos esferas fundamentales, a saber, el apoyo a la persona y la creación de posibilidades de acceso. Subrayé además que la Convención no apoya en términos suficientemente claros la cuestión de la accesibilidad.
  90. Por último, formulé las siguientes propuestas para incrementar mi cooperación con el Comité en mi calidad de Relator Especial:
  91. a) Examinar la adopción de medidas ulteriores relativas a los niños con discapacidades sobre la base de un análisis de los informes de los Estados Miembros sobre la aplicación de la Convención;

    b) Lograr que las encuestas futuras sobre la aplicación de las Normas Uniformes se realicen en consulta con el Comité de los Derechos del Niño;

    c) Cooperar para eliminar la discriminación contra los niños con discapacidades en los programas de enseñanza general;

    d) Cooperar para reunir información sobre prácticas acertadas;

    e) Considerar la posibilidad de incorporar al grupo de expertos creado como parte del mecanismo de supervisión en relación con las Normas Uniformes.

  92. En su 419 sesión, el Comité de los Derechos del Niño aprobó una serie de cuestiones y recomendaciones fundamentales y entre otras cosas, abordó la cuestión de establecer un grupo de trabajo encargado de elaborar un plan de acción.
  93. En cumplimiento de la recomendación de examinar la posibilidad de establecer un grupo de trabajo, Disability Awareness in Action (un proyecto de colaboración entre varias organizaciones que se ocupan de la discapacidad) tomó la iniciativa de crear un grupo de trabajo encargado de seguir examinando las múltiples cuestiones planteadas durante la jornada de debate general. El grupo está integrado por organizaciones internacionales de personas con discapacidad (Unión Mundial de Ciegos, Federación Mundial de Sordos, Inclusion International y Disabled Peoples' International), organizaciones que trabajan en pro de los derechos del niño (la Alianza Internacional para el Apoyo a la Niñez y el Centro para los Derechos del Niño) y un miembro del Comité de los Derechos del Niño. He aceptado ser su presidente.
  94. En 1999 el grupo celebró dos reuniones. Entre las diversas actividades examinadas, cabría mencionar las siguientes:
  95. a) En términos generales, el objetivo principal del grupo de trabajo consiste en proporcionar más información y mejores instrumentos para supervisar la situación de los niños con discapacidades en el marco de la labor del Comité de los Derechos del Niño;

    b) El grupo considera la posibilidad de organizar cuatro seminarios regionales con objeto de reunir más información sobre la situación y divulgar más en esas regiones la cuestión de los niños con discapacidades;

    c) Se dirigirá una carta a los organismos de las Naciones Unidas para indagar sobre las políticas que han previsto en relación con los niños con discapacidades;

    d) Se ha iniciado un debate en el grupo de trabajo en relación con la posibilidad de redactar una declaración de carácter general que será examinada por el Comité de los Derechos del Niño;

    e) Se ha planteado la cuestión de reunir ejemplos de prácticas acertadas y el grupo buscará maneras de promover esa actividad.

    2. Aspectos relacionados con el género

  96. En la Plataforma de Acción de Beijing se hace referencia reiteradamente a las mujeres y las niñas con discapacidades y se formulan sugerencias al respecto. Desde 1996, representantes de la mujer en las organizaciones no gubernamentales internacionales que se interesan por la cuestión de la discapacidad han tomado parte todos los años en la labor complementaria sobre dicho documento, realizada por la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. De resultas de ello, en todos los informes de la Comisión hasta el presente se ha hecho referencia a la cuestión de la mujer con discapacidad.
  97. En 1997 se organizó en Suecia un seminario para dirigentes sobre cuestiones de género con participantes de muchos países en desarrollo. Uno de los objetivos principales del seminario fue sensibilizar a los participantes y lograr que aprendieran a reconocer las situaciones de discriminación.
  98. En mi exposición hice un análisis de las Normas Uniformes desde una perspectiva de género, análisis que se esboza a continuación.
  99. La presentación general de las Normas parte de la base de que las directrices y políticas sugeridas concier-nen a todas las personas con discapacidad, independientemente de su raza, sexo o edad. Esa interpretación se inspira en la tradición aplicada en la esfera de los derechos humanos.
  100. Pocas veces se hace referencia directamente a la cuestión del género. Se la menciona en forma más general en el párrafo 15 de la introducción: "La finalidad de estas Normas es garantizar que niñas y niños, mujeres y hombres con discapacidad, en su calidad de miembros de sus respectivas sociedades, puedan tener los mismos derechos y obligaciones que los demás".
  101. En otras partes de la introducción y el preámbulo se menciona la perspectiva de género. En el artículo 4, sobre Servicios de apoyo, el artículo 6, sobre Educación y el artículo 9 sobre Vida en familia e integridad personal, se dedica especial atención a las necesidades de las jóvenes y las mujeres con discapacidad.
  102. Las Normas siempre deben guardar relación con la situación concreta de cada país. Para eso, es necesario interpretar determinadas condiciones o circunstancias y hacer hincapié o centrarse en ellas. Por ejemplo, suele ser necesario hacer hincapié en la necesidad de incluir medidas especiales dirigidas a las mujeres con discapacidad en la educación de adultos, la atención médica, la rehabilitación y el suministro de recursos técnicos auxiliares.
  103. Resulta muy importante combinar las disposiciones que figuran en las Normas Uniformes y las de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. Es preciso aprovechar aún más esta posibilidad mediante la cooperación entre los organismos adecuados dentro de las Naciones Unidas, los organismos especializados, las organizaciones no gubernamentales internacionales y todas las entidades interesadas a nivel nacional.
  104. Por último, en lo que respecta a la cuestión del género, no cabe duda de que habría sido mejor que en las Normas Uniformes se hubiera expuesto más claramente ese aspecto. Sin embargo, si se aprovechan los diferentes medios que he destacado, estoy seguro de que también podremos convertirlas en un instrumento poderoso y útil en la lucha por la potenciación y la participación plena de las mujeres con discapacidad en sus respectivas sociedades.
  105.  

    3. Personas con discapacidades psiquiátricas y de desarrollo

  106. En su resolución 35/2, la Comisión de Desarrollo Social hizo hincapié en la necesidad de estudiar la dimensión de los derechos humanos para las personas con discapacidades psiquiátricas y de desarrollo. La idea de hacer especial hincapié en la situación de esos grupos responde, por supuesto, al hecho de que figuran entre los más desfavorecidos y marginados de la sociedad. Existen muchas semejanzas en la situación de las personas con discapacidades psiquiátricas y de desarrollo. Con frecuencia ambos grupos han permanecido ocultos, ya sea en las familias o en instituciones, y han sido víctimas de actitudes negativas y prejuicios.
  107. En mi segunda encuesta mundial sobre la aplicación de las Normas Uniformes se incluyó una sección sobre la protección de los derechos humanos de las personas con discapacidad. De esa investigación se extrajo la conclusión general de que existen graves problemas en la esfera de los derechos humanos, por ejemplo, en lo que respecta a aspectos importantes como el derecho de voto y a presentarse a elecciones, el derecho a comparecer ante un tribunal de justicia, y el derecho al matrimonio y la propiedad. Como es obvio, las personas más afectadas eran aquellas con discapacidades psiquiátricas y de desarrollo.
  108. Sin embargo, también existen diferencias en la labor en defensa de los derechos de estos dos grupos. En lo que respecta a las discapacidades de desarrollo, existe una sólida y bien desarrollada organización mundial, a saber, Inclusion International, que promueve eficazmente los derechos de las personas con discapacidades de desarrollo y ejecuta muchos proyectos en todo el mundo para mejorar la situación de esas personas tanto en los países en desarrollo como en los países en transición. Existen programas para movilizar a las familias en el marco de los llamados grupos de acción de padres. Se utiliza la rehabilitación a nivel de la comunidad para fomentar el apoyo a las familias con objeto de que puedan mantener en sus hogares a los hijos con discapacidades de desarrollo. En muchos países se plantea la necesidad de mejorar la situación de las personas con discapacidades de desarrollo que viven en grandes instituciones. Una manera de lograrlo es fomentar el apoyo a las familias como alternativa a la internación en esas instituciones. Otra opción es mejorar las condiciones de vida materiales y sociales de las personas que viven en esas instituciones.
  109. Durante este segundo período de supervisión he participado de diversas maneras en debates sobre la situación de las personas con discapacidades de desarrollo. Se me ha invitado a participar en conferencias celebradas por Inclusion International y he trabajado con sus representantes en una serie de países, con frecuencia en seminarios con los gobiernos y las organizaciones nacionales.
  110. Ha resultado mucho más difícil hallar foros para examinar las cuestiones relativas a las personas con discapacidades psiquiátricas. Tras la reunión del Grupo celebrada en mayo de 1998, analicé con representantes de la Federación Mundial de Usuarios de Servicios Psiquiátricos la manera de concentrar más mi labor en los derechos de esas personas. Determinamos dos oportunidades importantes, ambas programadas para septiembre de 1999. Una de ellas fue una conferencia celebrada en Chennai (India), que constituyó una de las primeras iniciativas internacionales en que se examinó a la luz de las Normas Uniformes la situación de las personas con discapacidades derivadas de enfermedades mentales. La otra fue el Congreso de la Federación Mundial de Salud Mental, en el que fue posible reunir a un grupo de usuarios para examinar la manera de crear una organización mundial de usuarios de servicios psiquiátricos.
  111. En mi exposición ante la Conferencia de Chennai me referí a la contribución que podía hacer la comunidad internacional, en forma de directrices, para mejorar las condiciones de vida de las personas con discapacidades psiquiátricas. En los Principios para la protección de los enfermos mentales y para el mejoramiento de la atención de la salud mental, que figuran en el anexo de la resolución 46/119 de la Asamblea General, de 17 de diciembre de 1991, se ofrecen directrices claras sobre la protección de las libertades fundamentales y los derechos básicos de los enfermos mentales. También se ofrecen directrices concretas para el establecimiento de instituciones psiquiátricas y la atención de la salud mental, aunque algunos usuarios no están de acuerdo con las recomendaciones relativas al tratamiento involuntario y la reclusión.
  112. En lo que respecta a las medidas encaminadas a lograr la participación activa de las personas con discapacidades psiquiátricas en sus respectivas sociedades, el documento no ofrece ninguna orientación concreta. Por consiguiente, parece ser necesario basar nuestra labor en favor de ese grupo tanto en esos principios como en las Normas Uniformes.
  113. En las Normas Uniformes todas las recomendaciones y directrices son válidas para todos los grupos de personas con discapacidad. Ello queda bien claro en el concepto de discapacidad que en ellas se aplica. En el párrafo 17 de la Introducción se expresa lo siguiente: "Con la palabra 'discapacidad' se resume un gran número de diferentes limitaciones funcionales que se registran en las poblaciones de todos los países del mundo. La discapacidad puede revestir la forma de una deficiencia física, intelectual o sensorial, una dolencia que requiera atención médica o una enfermedad mental. Tales deficiencias, dolencias o enfermedades pueden ser de carácter permanente o transitorio".
  114. Obviamente las recomendaciones y directrices de las Normas Uniformes son más concretas en relación con otros grupos que con los enfermos mentales. De hecho, muy pocas veces se hace referencia directamente a las personas con discapacidad mental.
  115. En el Congreso de la Federación Mundial de Salud Mental celebrado en Chile en septiembre de 1999, varios usuarios se reunieron con el propósito de elaborar un plan de acción para crear una organización mundial que tuviera una representación más vigorosa que la actual.Conforme a ese plan, se han realizado preparativos para movilizar a usuarios y sobrevivientes de todas partes del mundo. Se prevé celebrar la reunión constitu-yente de esa nueva organización mundial en diciembre del 2001.
  116.  

A la tapa


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