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UN Programme on Disability   Working for full participation and equality

Vigilancia de la aplicación de las Normas Uniformes sobre 
la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad

Nota del Secretario General

Página 4/4 Antecedentes

Anexo

Informe definitivo del Relator Especial de la Comisión de Desarrollo Social relativo a las actividades de vigilancia de la aplicación de las Normas Uniformes sobre la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad realizadas durante su segunda misión, 1997-2000

Índice

Prefacio

I. Antecedentes y marco de la misión

II. Exposición de las actividades del Relator Especial

III. Observaciones y conclusiones

    III. Observaciones y conclusiones

    A. El documento de las Normas Uniformes

  1. No cabe duda de que en el decenio de 1990 se ha avanzado más en materia de formulación de políticas y legislación que en decenios anteriores. También es evidente que los progresos registrados en los últimos 10 años están claramente vinculados al Año Internacional de los Impedidos (1981), el Programa de Acción Mundial (1982) y el proceso político iniciado a la sazón. Un número considerable de países de todo el mundo han promulgado nuevas leyes y formulado políticas nacionales en consonancia con las directrices internacionales. Las Normas Uniformes han desempeñado una importante función en ese proceso. Sobre todo, han definido claramente la función del Estado en la aplicación de las medidas orientadas a lograr la participación plena y la igualdad de oportunidades, han fortalecido los aspectos relativos a los derechos humanos y han proporcionado un mecanismo de supervisión activa dentro del sistema de las Naciones Unidas.
  2. El documento de las Normas Uniformes tiene muchos aspectos valiosos. Es un documento conciso que presenta en forma concentrada un conjunto de directrices en varias esferas. Esas directrices se han aplicado en muchos países de muy diversas formas. El hecho de que las recomendaciones se formulen de manera general ha permitido su aplicación a nivel nacional y su ajuste a las circunstancias regionales y locales.
  3. Sin embargo, el documento tiene ciertas deficiencias. No se han tratado lo suficiente algunos aspectos de la política sobre discapacidad, por ejemplo, en lo tocante a los niños con discapacidades, la cuestión del género y determinados grupos, principalmente las personas con discapacidades psiquiátricas y de desarrollo. Se ha señalado que en las Normas no figura una estrategia para el mejoramiento de las condiciones de vida de los discapacitados en regiones de extrema pobreza. También se ha omitido la cuestión de los discapacitados en condiciones de refugiados o situaciones de emergencia. Como señalé en mi informe anterior a la Comisión de Desarrollo Social (A/52/56), no se ha hecho referencia alguna al ámbito de la vivienda. Entre otras cosas, ello significa que no existe ninguna orientación con respecto a la gestión de las instituciones, en que un gran número de personas con discapacidades todavía pasan su vida entera en condiciones lamentables. Quizás también deberían reflejarse más claramente los importantes acontecimientos registrados en materia de derechos humanos en el decenio de 1990. (Véanse los párrafos 157 a 160 infra.)
  4. Uno de los elementos más destacados de las Normas Uniformes es el mecanismo de supervisión. El alcance de esa función, que se expone en la sección IV del documento, es muy amplio y podría motivar la movilización de importantes recursos de ejecución. De hecho, los recursos disponibles han sido limitados, aunque cabe destacar que los fondos recibidos para ese proyecto por canales extrapresupuestarios han sido superiores a los destinados a la mayoría de los demás proyectos en la esfera del desarrollo social. Atendiendo a la manera en que se expone la finalidad de la supervisión, ha de hacerse hincapié en la promoción, la asistencia y la evaluación. Dentro de los límites de los recursos disponibles, he tratado de incluir actividades en todas esas esferas.

  5. A la tapa

    B. Función del Relator Especial

  6. En mi calidad de Relator Especial, he realizado varias funciones diferentes. He presentado las Normas Uniformes en numerosas conferencias y seminarios internacionales y nacionales. En esas ocasiones, he explicado los antecedentes de las Normas y su relación con otros documentos de las Naciones Unidas. Una importante tarea durante las visitas a los países ha sido ayudar a interpretar el significado de las Normas y a determinar las aplicaciones pertinentes en situaciones concretas. En algunos casos los gobiernos han solicitado asesoramiento sobre cómo proceder en determinados sectores. En otros, nuestros debates han versado sobre las prioridades.
  7. Muchas personas con las que he trabajado me han dicho que una importante función de mi labor ha sido servir de agente catalítico. He propiciado el encuentro entre los gobiernos y otras partes interesadas para examinar cuestiones de interés común, he contribuido a que los gobiernos incluyan la cuestión de la discapacidad en sus programas y en ocasiones he propiciado el diálogo entre las organizaciones interesadas.
  8. La divulgación de mis visitas en los medios de información ha sido de diversa índole. En algunos casos, mis visitas han atraído atención considerable, mientras que en otros se ha dicho o escrito muy poco.
  9. Evidentemente, el hecho de que sea un discapacitado con experiencia como parlamentario y ministro de gobierno ha sido un importante antecedente, sobre todo en mis contactos con representantes de los gobiernos.
  10. Dada la brevedad de mis visitas, siempre ha sido importante indicar claramente la manera en que deberá darse seguimiento a los acuerdos o nuevas ideas. En la mayoría de los casos, eso ha estado a cargo de los diferentes agentes en los países. En algunos casos he enviado recordatorios en los que se resume lo acordado y se señala lo que debería hacerse. En ciertos casos, esos recordatorios se han convertido en instrumentos de ejecución a corto plazo.
  11. Como ya mencioné, he evaluado el nivel de aplicación de las Normas en los Estados Miembros mediante la distribución de cuestionarios a los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales nacionales. Esas encuestas de supervisión se han concentrado en un grupo de Normas. De ese modo, se ha estudiado el fundamento de 10 de las 22 Normas. La primera encuesta consistió en unas cuantas preguntas de carácter general sobre cómo los gobiernos habían recibido las Normas Uniformes. Treinta y ocho gobiernos respondieron. En la segunda y la tercera encuestas, el número de gobiernos que respondieron fue relativamente superior (83 y 104). Así hemos reunido un volumen bastante considerable de información que he podido utilizar en mi trabajo y que también se encuentra a disposición de los organismos de las Naciones Unidas y demás interesados. El hecho de que las organizaciones no gubernamentales nacionales hayan respondido también a las encuestas (165 en la segunda y 115 en la tercera) ha aportado un nuevo elemento. Indudablemente, las organizaciones y los gobiernos no suelen evaluar la situación de la misma manera. Ello podría servir de base para nuevos debates a nivel nacional.

  12. C. La contribución de las organizaciones no gubernamentales

  13. Una de las grandes ventajas del mecanismo de supervisión es la cooperación estrecha que se establece con las principales organizaciones internacionales en la esfera de las discapacidades, lo cual ha sido importante en dos aspectos distintos. El grupo de expertos establecido por esas organizaciones ha desempeñado un papel consultivo activo en apoyo de mi labor. Las organizaciones que apoyan el grupo también proporcionan una red internacional amplia que cuenta con más de 600 afiliados nacionales de unos 160 Estados Miembros de las Naciones Unidas. Tengo la impresión de que esta forma de cooperación entre las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales es única y podría servir de modelo para otras esferas. Sobre todo, es importante velar por que esa forma de cooperación siga formando parte de un mecanismo de supervisión en el futuro.
  14. Las organizaciones del grupo han publicado material informativo y directrices para facilitar a los miembros nacionales la utilización de las Normas. Se han organizado varios talleres y seminarios de capacitación a nivel regional, algunos financiados conjuntamente con el Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para Problemas de Discapacidad. Las Normas Uniformes y su aplicación ha seguido formando parte del programa de los congresos internacionales organizados por las organizaciones del grupo.
  15. En los diversos países que visité, celebré reuniones con los representantes de las organizaciones para recabar su opinión sobre la situación. Dichos representantes participaron también en muchas de mis deliberaciones con los gobiernos. Lograr que las organizaciones que representan los intereses de las personas con discapacidad participen y se mantengan informadas es la mejor garantía de que las cuestiones relacionadas con las discapacidades se mantienen en los programas nacionales y de que los acuerdos y nuevas ideas reciben seguimiento.

  16. A la tapa

    D. Respuesta de los Estados Miembros

  17. Cómo han respondido los Estados Miembros a las Normas Uniformes y a nuestras medidas de supervisión? Mi impresión general es que los expertos en cuestiones de discapacidad de la mayoría de las administraciones de todo el mundo conocen muy bien las Normas, las cuales se utilizan en muchos países. Se utilizan para crear nueva legislación, como base de los planes de acción, y en ocasiones como mecanismo para evaluar la situación. Se han organizado conferencias y seminarios de formación para introducir el contenido de las Normas y debatir su aplicación en determinadas esferas.
  18. En mis deliberaciones con los gobiernos se plantearon numerosas cuestiones distintas. En algunas ocasiones, los gobiernos pueden haber previsto la formulación de una nueva política sobre discapacidad, pero en la mayoría de los casos, buscaban una estrategia para aplicar una nueva política o ley. A menudo los gobiernos quisieron conocer la forma en que otros países utilizaron las Normas Uniformes o cómo resolvieron un problema determinado. Una cuestión que parece plantearse con frecuencia es la de la atribución de responsabilidades, que surge cuando un gobierno ha adoptado el principio de inclusión o integración. En esos casos, el ministerio que se encarga de la aplicación de dicha política choca con otros ministerios e instituciones públicas que son reacias a aceptar que los problemas relativos a la discapacidad son responsabilidad de ellos. La noción de que la discapacidad es un problema que atañe únicamente a los especialistas en la materia está profundamente arraigada en todo el mundo. Otras cuestiones importantes que han formado la base de nuestro diálogo son las cuestiones de cooperación y coordinación, el paso de un sistema anticuado a la aplicación de principios modernos, la forma de modificar comportamientos de la población en general hostiles al problema de la discapacidad, la desinstitucionalización y cuestiones como la accesibilidad y la educación.
  19. La respuesta de los Estados Miembros a nuestras actividades de supervisión también se puede medir por la información que se ha proporcionado a nuestros estudios mundiales. Más de 100 gobiernos facilitaron información sobre una serie de aspectos relativos a la aplicación. La extensa información recibida se puede utilizar para varias medidas complementarias. Una de las esferas contempladas en el segundo estudio mundial es la de los graves problemas relacionados con los derechos humanos. La información acumulada a ese respecto también ha permitido describir algunos fenómenos a nivel mundial, como el establecimiento de estructuras de cooperación entre los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales nacionales, los graves problemas comunes en la falta de acceso a la educación y el hecho de que las medidas relacionadas con la discapacidad apenas se incluyan en los programas generales de cooperación para el desarrollo. Todos los gobiernos que respondieron a nuestros cuestionarios han hecho considerables esfuerzos para facilitar información sobre una serie de esferas. Naturalmente, ese hecho también ha traído consigo que las administraciones y los gobiernos cobren conciencia sobre la cuestión. Desgraciadamente, hay una serie de países, en la mayoría de los casos países pequeños y pobres, de los que no tenemos información, a los que no he sido invitado y que no han respondido a ninguno de nuestros estudios. Probablemente, el motivo principal para no participar en nuestro ejercicio de supervisión sea el de la falta de recursos o de conocimiento sobre cuestiones relacionadas con la discapacidad. El hecho de que el Relator Especial sólo visite los países a los que haya sido invitado también ha sido un factor limitador en ese contexto.

  20. A la tapa

    E. Resultados del tercer estudio

  21. Los resultados presentados en ese estudio deben considerarse partiendo de la base de que 77 de los 104 Estados Miembros que respondieron son países en desarrollo, según una clasificación realizada con arreglo a criterios socioeconómicos. Desde esa perspectiva, una proporción increíblemente elevada de gobiernos señalaron que cuentan con servicios de atención médica (99 países de los 104 que respondieron), y de rehabilitación (73 de 102) y que facilitan equipo y recursos auxiliares (87 de 96) destinados a las personas con discapacidad. Los resultados son alentadores.
  22. El hecho de que existan servicios en un país y de que haya participación pública significa que se ha establecido un programa de ese tipo, que la competencia en esa esfera puede crecer a nivel nacional y que, por consiguiente, se han sentado las bases para un desarrollo ulterior. No obstante, cabe señalar que, a pesar de las respuestas afirmativas, puede haber distintas situaciones. Tanto los países con cobertura completa de las necesidades como los países en que se haya establecido un centro nacional que atienda el 1% o el 2% de las necesidades reales se incluyen entre las respuestas afirmativas sobre la existencia de un programa nacional.
  23. Es de esperar que en el informe completo preparado por la OMS se haga un análisis lo más profundo posible, especialmente dado que la OMS estará en posición de tener en cuenta las respuestas recibidas tanto de los gobiernos como de las organizaciones no gubernamentales nacionales.
  24. Un estudio complementario sobre la disponibilidad de servicios en una serie de países seleccionados aumentaría nuestro conocimiento de la situación.
  25. Resulta interesante observar que en muchos países existen servicios de rehabilitación basados en la comunidad y otras formas de servicios descentralizados.
  26. Por lo que se refiere a los servicios que facilitan equipo y recursos auxiliares a las personas con discapacidad, resulta alentador observar que la mayoría de países prestan servicios a numerosos grupos definidos.
  27. Las personas con discapacidad, sus familias y sus organizaciones están sin duda involucrados en diversos aspectos de la prestación de servicios en una serie de países, incluso si las frecuencias indicadas son muy inferiores a las de la existencia de servicios.
  28. Finalmente, dado que el derecho a que las personas con discapacidad y sus organizaciones participen y ejerzan su influencia es una cuestión prioritaria en las Normas Uniformes, más gobiernos deberían tomar medidas para reforzar y garantizar dicha influencia.

  29. A la tapa

    F. Legislación

  30. Tanto la adopción de las Normas Uniformes como los logros alcanzados en la esfera de los derechos humanos han aumentado la presión para modernizar la legislación. Un número considerable de países han elaborado legislación relativa a las personas con discapacidad. Algunos han incluido la discapacidad en una cláusula en contra de la discriminación de su constitución introducida, en la mayoría de los casos, con ocasión de la revisión de sus constituciones. En la gran mayoría de los casos, los países han optado por elaborar leyes especiales sobre la discapacidad sin limitarse a incluir cuestiones relativas a la discapacidad en la legislación general. En las leyes nuevas varía considerablemente tanto la forma como los temas contemplados. También hay grandes divergencias en la esfera de los mecanismos de ejecución. Una cuestión común es la definición del grupo o grupos de personas contempladas en las diversas disposiciones de la ley. La primera iniciativa para analizar el desarrollo jurídico que se produjo a nivel mundial en el decenio de 1990 fue la reunión internacional de expertos sobre normas y principios internacionales relacionados con la discapacidad que se celebró en Berkeley del 8 al 12 de diciembre de 1998. En el informe de esa reunión se incluye una serie de recomendaciones y sugerencias valiosas relativas tanto a la formulación de legislación nacional como a la cooperación internacional. La iniciativa para compilar la legislación nacional con el fin de crear una biblioteca de normas y principios internacionales adoptada por el programa sobre discapacidad de la Secretaría de las Naciones Unidas es muy loable.

  31. A la tapa

    G. Desarrollo de los derechos humanos

  32. Como señalé en los párrafos 63 a 70 supra se han alcanzado importantes logros en la esfera de los derechos humanos y la discapacidad. La esencia de dicho avance es el reconocimiento de que la discapacidad y los problemas relacionados con la discapacidad atañen al sistema de supervisión de los derechos humanos de las Naciones Unidas. Se trata del avance más importante en la causa de las personas con discapacidad que se ha producido en los últimos años. Para aprovechar al máximo dicha oportunidad, el desafío se centra ahora en desarrollar conciencia y competencia para desarrollar esa nueva tarea dentro del sistema de supervisión de las Naciones Unidas, en las administraciones públicas y en las organizaciones no gubernamentales. Que yo sepa, se han producido pocos avances desde que la Comisión de Derechos Humanos aprobara la resolución 1998/31. Por consiguiente, aún hay una necesidad urgente de tomar medidas de seguimiento en esa esfera.

  33. A la tapa

    H. Los niños con discapacidad

  34. Durante este segundo período de supervisión se han producido algunos acontecimientos positivos. En el día de debate organizado en octubre de 1997 por el Comité de los Derechos del Niño se logró adquirir un mayor conocimiento de las muchas dimensiones de esa cuestión, lo que animó al Comité a formular una serie de recomendaciones para adoptar más medidas. El grupo de trabajo establecido en 1999 por las organizaciones no gubernamentales en las esferas de la discapacidad y los derechos del niño con el fin de hacer un seguimiento de algunas de esas recomendaciones proporcionará con toda probabilidad información y conocimientos valiosos al respecto.
  35. Muchos organismos de las Naciones Unidas, en particular el UNICEF, la UNESCO, la OMS y la OIT, tienen programas relativos a los niños con discapacidad. Es importante que esos esfuerzos estén bien coordinados y que los organismos se aseguren de que se mantiene un criterio común y que no se ha dejado fuera ningún aspecto importante.
  36. Cabe señalar que las organizaciones no gubernamentales que se ocupan de los problemas relacionados con la discapacidad se interesan cada vez más por la situación de los niños con discapacidad. No obstante, es necesario que dicho interés siga aumentando. El Grupo de Trabajo recién creado podría contribuir a ello.

  37. A la tapa

    I. Aspectos relacionados con el género

  38. Es importante que las cuestiones de género relacionadas con la discapacidad se consideren, en la medida de lo posible, como parte natural del análisis del género en las distintas esferas. Resulta alentador que la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer lleve incluyendo desde 1997 los aspectos relacionados con la discapacidad en la labor que realiza en distintas esferas.
  39. No obstante, aún queda mucho por hacer para mejorar las condiciones de vida de niñas y mujeres con discapacidad. En gran medida, la tarea se centra ahora en aumentar la conciencia y el conocimiento acerca de los problemas específicos y la discriminación a que se enfrentan las mujeres y las niñas con discapacidad. La información sobre tales problemas y la capacidad para solucionarlos deben formar parte de los programas relacionados tanto con el género como con la discapacidad.
  40. Algunos de los organismos de las Naciones Unidas han empezado a trabajar en esa esfera y tienen un importante papel que desempeñar en la promoción de esas cuestiones a nivel mundial. Las organizaciones internacionales que se ocupan de las cuestiones relacionadas con la discapacidad y sus afiliados nacionales tienen un importante papel que desempeñar tanto en la concienciación de sus propios miembros como en la consolidación del apoyo internacional para la lucha por mejorar las condiciones de las mujeres y las niñas con discapacidad. Aún queda mucho por hacer en esas esferas.

  41. A la tapa

    J. Personas con discapacidad psiquiátrica y del desarrollo

  42. Estos dos grupos se cuentan entre los más marginadas de la sociedad. En la mayoría de las comunidades tanto ellos como sus familiares se enfrentan a prejuicios y comportamientos hostiles. Su existencia debe ser reconocida en todos los países y deben darse a conocer sus necesidades. "Inclusión Internacional" está contribuyendo de forma considerable a movilizar a profesionales y padres de personas con discapacidad del desarrollo en la lucha por crear mejores condiciones. Es necesario apoyar tales acciones para que puedan mantenerse y reforzarse.
  43. En el caso de las personas con discapacidad psiquiátrica, no hay ninguna organización mundial que represente nada más que sus intereses. Una de las necesidades más urgentes es apoyar los intentos que hacen pequeños grupos de usuarios de servicios psiquiátricos de muchos países para organizarse y crear una voz propia. El plan de convertir la Federación Mundial de Supervivientes y Usuarios de Servicios Psiquiátricos en una organización mundial fuerte y representativa debe contar con apoyo y reconocimiento.
  44. Para ambos grupos la cuestión de la gestión de las grandes instituciones en muchos países resulta crucial. Para ello es necesario tener en cuenta tanto la forma de mejorar las condiciones de vida de los que ya viven en instituciones como las medidas que deben adoptarse para evitar la institucionalización en el futuro. Por consiguiente, es igualmente necesario desarrollar servicios y programas de apoyo que permitan a esos dos grupos de personas vivir en la sociedad con una discapacidad psiquiátrica o del desarrollo. Por lo que he podido averiguar, las Naciones Unidas y sus organismos no han adoptado una política en esa esfera importante.
  45. En el documento de las Naciones Unidas titulado "Principios para la protección de los enfermos mentales y para el mejoramiento de la atención de la salud mental" se ofrecen directrices claras y progresivas para el tratamiento y la atención de los enfermos mentales. Sería interesante estudiar hasta dónde han llegado los Estados Miembros en la aplicación de esas directrices. Que yo sepa, no se ha hecho ningún estudio de seguimiento desde que se aprobara la resolución.

  46. A la tapa

    K. Participación de las Naciones Unidas en el futuro

  47. Mi mandato como Relator Especial finaliza en agosto de 2000. Por consiguiente, la Comisión de Desarrollo Social ha de considerar en su 38° período de sesiones si debe continuar el ejercicio de supervisión y, en caso afirmativo, de qué forma. Desde que se aprobaron las Normas Uniformes se han alcanzado importantes logros. Muchos más gobiernos se han dedicado a elaborar políticas y crear estructuras nacionales para planificar y coordinar las cuestiones relativas a la discapacidad. Además, la discapacidad será una cuestión mucho más destacada en la esfera de los derechos humanos. Se ha establecido una estructura de cooperación entre el sistema de las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales internacionales en la esfera de la discapacidad. Las Normas Uniformes han demostrado ser un mecanismo útil para el desarrollo de políticas y legislación nacionales.
  48. Este nuevo avance también ha dado como resultado una mayor concienciación y nuevos desafíos ¿Cómo se puede aprovechar la nueva situación en la esfera de los derechos humanos? ¿Qué se debería hacer con las deficiencias del documento de las Normas Uniformes? ¿Qué medidas habría que adoptar para mejorar la situación de las personas con discapacidad psiquiátrica o del desarrollo? ¿Cómo se podría mantener y desarrollar en el futuro la cooperación establecida en la actualidad entre el sistema de las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales internacionales?
  49. Cuando se considere la supervisión de las Normas Uniformes en el futuro es necesario tener en cuenta los logros alcanzados. He debatido esas cuestiones con el grupo de expertos y he recibido una serie de valiosas respuestas en relación a una carta sobre las opciones para el futuro que envié a principios de 1999.
  50.  

    1. Mejoramiento de los documentos de las Naciones Unidas relativos a la discapacidad

  51. Las Normas Uniformes se utilizan en muchos países. También sabemos que el documento contiene deficiencias y omisiones que necesitan corregirse. En los párrafos 157 a 160 del presente informe he indicado algunas de ellas. La Comisión de Desarrollo Social debería considerar la forma de complementar y desarrollar las Normas con el fin de incluir esferas nuevas o no contempladas en la esfera de la discapacidad.
  52. Hace diez años, la Asamblea General de las Naciones Unidas rechazó las propuestas para elaborar una convención sobre los derechos de las personas con discapacidad. El movimiento internacional de personas con discapacidad nunca aceptó plenamente los motivos que llevaron a adoptar esa decisión. Muchos no ven la diferencia en principio entre una convención especial sobre la materia y otras esferas en que ya existen convenciones. Dado que se ha avanzado considerablemente en las políticas y leyes nacionales de todo el mundo en los diez últimos años, es posible que haya más países que aceptarían en la actualidad la elaboración de una convención. No obstante, la cuestión es saber si el número de gobiernos que la apoyarían sería suficiente para que la elaboración de una convención tuviera realmente sentido.
  53. Una cuestión fundamental en ese contexto es el nivel de especificación que debería elegirse en una convención. Una idea sería desarrollar las Normas Uniformes y elaborar una convención como principio que se vincularía con las Normas.
  54. Los logros alcanzados en la esfera de los derechos humanos exigen nuevas iniciativas. Una opción, que en mi opinión debería considerar la Comisión de Derechos Humanos, es elaborar protocolos especiales o comentarios sobre los distintos aspectos de los derechos humanos relativos a las personas con discapacidad. El propósito sería mejorar las normas de supervisión y, al menos con carácter temporal, sería una alternativa a la elaboración de una convención especial.
  55.  

    2. Opciones para la supervisión

  56. El mecanismo especial de supervisión, que se estableció para supervisar la aplicación de las Normas Uniformes, incluye la promoción de las Normas, la asistencia a los Estados Miembros y la evaluación de la situación. Mi experiencia es que se trata de una combinación de tareas muy útil. Por consiguiente, no sería adecuado reducir la supervisión a una función más pasiva de limitarse a observar lo que ocurre. En función de mi experiencia, apoyo la continuación de un mecanismo de supervisión con las mismas funciones básicas.
  57. Por lo que puedo entender, hay dos opciones principales para que continúe la supervisión. La primera es integrar la función en la Secretaría y la otra continuar de la misma manera que antes. La estructura actual, con un grupo de expertos designado por organizaciones internacionales que se encargan de cuestiones relacionadas con la discapacidad, debería mantenerse en relación con cualquiera de esas opciones. Una tercera posibilidad, que parece interesante pero que exige demasiados recursos, sería añadir una función amplia de relatores regionales que harían la mayoría de los viajes.
  58. Para que la supervisión tenga sentido y sea eficaz es necesario contar con recursos económicos suficientes. Sería una ventaja que los fondos se asignaran por conducto de las fuentes habituales. De lo contrario, deberán añadirse recursos extrapresupuestarios.
  59. Como mencioné en la sección relativa a los derechos humanos, he sido invitado a compartir mi experiencia con la Comisión de Derechos Humanos. A ese respecto, se ha sugerido que se considere la posibilidad de crear una función que sirva tanto a la Comisión de Derechos Humanos como a la Comisión de Desarrollo Social. No sé si es técnicamente posible o si ha ocurrido en el pasado. Considero la posibilidad interesante como expresión de la necesidad de tener un criterio global y crear una estrecha cooperación entre las distintas entidades de las Naciones Unidas que se ocupan de la misma esfera. Lo más importante en ese contexto es, sin embargo, que se establezcan mecanismos para que a partir de ahora se puedan supervisar las cuestiones relativas a la discapacidad tanto desde la perspectiva de los derechos humanos como desde la perspectiva del desarrollo social.
  60.  

    3. Mejoramiento de la coordinación dentro del sistema de las Naciones Unidas

  61. Ha quedado claramente ilustrado, tanto en el informe que presentó el Secretario General en el quincuagésimo cuarto período de sesiones de la Asamblea General como en el presente informe, que muchos organismos de las Naciones Unidas tienen programas amplios en la esfera de la discapacidad. Es necesario mejorar la coordinación entre esos organismos tanto a nivel nacional como internacional. He planteado dicha cuestión en mis informes anteriores y sugiero que se restablezca de forma permanente el mecanismo interinstitucional oficial que existió durante el Decenio de las Naciones Unidas para los Impedidos (1983-1992). A medida que más agentes se incorporan a la esfera de la discapacidad y se realizan más actividades hay más necesidad de coordinar mejor los esfuerzos, intercambiar experiencias y compartir información. A falta de una iniciativa para una solución permanente, los organismos celebran consultas oficiosas todos los años. En la reunión de organismos y organizaciones no gubernamentales que se celebró en junio de 1999 se declaró que era necesario facilitar la colaboración interinstitucional a nivel mundial, por medio de un mecanismo adecuado, sin añadir otro escalón administrativo ni obstaculizar el mandato de las organizaciones correspondientes. En dicha reunión también se sugirió la posibilidad de crear un subcomité sobre la discapacidad dentro del Comité Administrativo de Coordinación, que se encargaría de crear un perfil más visible y destacado de las cuestiones relativas a la discapacidad.
  62.  

    4. Campañas de concienciación

  63. En el debate sobre las posibilidades para el futuro, se sugirió la organización de un segundo Año Internacional y un segundo Decenio de las Personas con Discapacidad. En ese contexto, se sugirió la posibilidad de recurrir a las comisiones regionales de las Naciones Unidas y otros organismos intergubernamentales regionales para tales iniciativas. Un buen ejemplo de lo que se puede lograr en ese sentido es el Decenio para los Impedidos (1993-2002) organizado por la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico. También hay propuestas para organizar decenios regionales en África y Europa. En la región de América, la Organización de los Estados Americanos aprobó recientemente una Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad. Se espera que vaya seguida de medidas de aplicación a nivel regional.
  64. Si se tienen en cuenta todas esas iniciativas regionales, creo que no hay motivo para poner en marcha ninguna campaña a nivel mundial. Las Naciones Unidas deberían centrarse en prestar apoyo a las iniciativas regionales de todas las formas posibles y tomar medidas para coordinar y crear oportunidades para el intercambio de información.

A la tapa


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