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• Género y mantenimiento de la paz

Narración

En 1948 se creó el Organismo de las Naciones Unidas para la Vigilancia de la Tregua (ONUVT) con el fin de supervisar y mantener el alto el fuego, que marcó el fin de las hostilidades entre Israel y la Liga de los Estados Árabes. Se trataba de la primera Operación de Mantenimiento de la Paz.

En la actualidad hay 16 misiones de este tipo repartidas en distintas partes del planeta.

El Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas es una oportunidad para honrar la valentía de estos hombres y mujeres que han dejado atrás a sus familias para servir en varios focos de tensión del mundo, así como para recordar a aquellos que han fallecido durante su servicio.

Muchas más mujeres que nunca se están inscribiendo para formar parte del personal de mantenimiento de la paz.

En 2007 el Gobierno de la India envió a Liberia el primer batallón formado solo por mujeres, con el objetivo de ayudar a dicho país africano a mantener la paz y la seguridad.

Ahora su misión ya ha terminado y se están preparando para regresar a la India. Después de nueve años de servicio, dejarán un legado duradero en Liberia.

«Por el ejemplo de las mujeres de Liberia, por animarlas a que participen en estas organizaciones, en estas operaciones que protegen el país. Por ello estaremos siempre agradecidos».

Las mujeres del personal de paz procedentes de Mongolia siguen sus pasos. Llegaron el año pasado a Sudán del Sur para ayudar a mantener la paz y ofrecer protección a las mujeres y las niñas desplazadas por el conflicto.

La prioridad era patrullar emplazamientos civiles en los que se encontraban sufriendo miles de personas desplazadas.

«Patrullamos todos los días; nuestra presencia aquí es muy importante. Hacemos este trabajo bajo el mandato de UNMISS de proteger a los civiles».

Parte de este mandato consiste en facilitar atención sanitaria a los desplazados dentro de la zona de protección.

«Como representantes de las mujeres soldados, estamos muy felices y orgullosas de proporcionar a los civiles no solo ayuda para mantener la paz, sino también atención médica dentro de nuestras capacidades profesionales. Además, nos complace enormemente servir junto a soldados de tantos países».

Pero el trabajo supuso un reto para estas valientes mujeres que se encontraban en un país extranjero, a miles de kilómetros de sus hogares.

Sin embargo, la teniente Erdene-Ochir Ichinkhorloo y su equipo siguen proporcionando atención médica siempre que se necesita, en especial a mujeres y niños.

«Soy mujer, madre y trabajo por el mantenimiento de la paz, y estoy muy orgullosa de ello».

Estas mujeres dejan huella en todos los lugares en los que trabajan, en particular a la hora de ayudar a estas de las mujeres desplazadas en la construcción de la paz y la protección de sus derechos.

Este reportaje ha sido producido por Mary Ferreira para las Naciones Unidas.

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