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Narración

«Me dijo que iba a darme dinero.»

«Me dijo que iba a pagar para que mi madre se curara.»

«Me dijo que él podía solucionar todos mis problemas.»

«Me dijo que tenía que hacer un viajecito a Londres.»

La película «Eva sale al Extranjero» muestra por qué algunas mujeres son seducidas por el comercio de la droga.

Una escena que Nicole, de 33 años, lamentablemente conoce bien.

Nicole, que nos pidió que no usáramos su nombre verdadero, se convirtió en «mula» – la persona que transporta drogas para los traficantes.

Y comenzó cuando a Nicole se le hizo difícil mantener a su familia. Su marido había dejado de mantenerla. Un amigo le dijo que podía ayudarla a salir de la dificultad.

«Una chica pasó en un coche reluciente y él me contó qué había hecho para tenerlo. »

La chica era una mula. Se le ocurrió que eso podría ayudarla a comenzar una nueva vida en Gran Bretaña.

«Me presentó a sus amigos. Me dijo que llevara un kilo de cocaína y me daría dinero. Eran probablemente unos 500 dólares estadounidenses por hacer eso.»

No era tanto dinero. Pero para Nicole, cada dólar contaba.

Y con eso, Nicole se convirtió en uno de los muchos correos de la droga de Trinidad y Tobago. La situación estratégica de las dos islas la ha convertido en punto ideal de transferencia de cargamentos para los traficantes. Según la Comunidad del Caribe, CARICOM, cada año unas 310 toneladas de cocaína transitan el Caribe hacia Europa. Aproximadamente la mitad de esa cantidad es interceptada por las aduanas. Pero los correos de la droga lo siguen intentando.

Los traficantes se pusieron en contacto con Nicole. Se llevaron sus maletas, las empacaron y se las devolvieron en el aeropuerto.

«Cuando llegamos al aeropuerto, tenían a los pasajeros de dos vuelos en una fila. Mi vuelo ya estaba abordando así que juntaron a todo el mundo y los hicieron pasar… A mí no me revisaron. »

Nicole había conseguido evadir la aduana de Trinidad… Pero se le agotó la suerte al llegar a Londres.

«Un hombre de Inmigraciones nos detuvo. Nos dijo: Creemos que llevan ustedes una sustancia ilegal.»

En lugar de un kilo de cocaína, encontraron cuatro.

Acusada de narcotráfico, a Nicole la sentenciaron a siete años de prisión.

Cada año las aduanas del Reino Unido descubren a miles de mujeres transportando drogas ilícitas.

Con tecnología cada vez más avanzada se hace difícil engañar a los funcionarios aduaneros.

«También disponemos de escáneres corporales, algo muy similar a los rayos X, solo que no tan potentes. Nos permiten ver hasta los intestinos y el área del estómago y descubrir cualquier paquete escondido allí. »

Pero a medida que la seguridad en los aeropuertos se fortalece, los traficantes se vuelven más astutos.

James Philbert, Comisionado de la Policía de Trinidad, dice que los traficantes buscan constantemente nuevas formas de mover sus drogas.

«… incrustando drogas en los muebles y luego usándolos como partes de artefactos. Emplean todo método que pueda concebirse para sacar drogas del país. »

El valor del comercio de drogas ilegales a nivel global alcanza los 523 mil millones de dólares, según la ONUDC.

La comunidad internacional colabora aquí para impedir, con sus servicios de inteligencia, radares de vigilancia y patrullajes aéreos, el ingreso de drogas. Y los guardacostas ya ponen todo ese aparato en marcha.

Este pequeño bote sólo transportaba pescadores de regreso a casa. Pero este otro, recién interceptado, iba cargado con más de 800 kilos de droga.

A pesar de que el narcotráfico ha disminuido notoriamente, algunos «capos» suramericanos continúan canalizándola hacia los mercados occidentales, a través de estas islas.

Este reportaje fue preparado por Mary Ferreira para las Naciones Unidas.

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