ONU Bienvenidos a las Naciones Unidas. Son su mundo.

El hambre y la sed, el mayor temor de los refugiados iraquíes

Enlaces relacionados

Narración

El campo de tránsito de Badjet Kandela en el norte de Iraq, vacío en un momento determinado, está casi al completo de su capacidad con refugiados iraquíes en una de las mayores operaciones realizadas en 30 años.

Mientras fuerzas kurdas e iraquíes se enfrentan continuamente a los rebeldes Sunni, el campo es utilizado como punto de tránsito en la frontera para los sirios que escapan el caos en su país nativo. En este momento, el campo es hogar para once mil iraquíes desplazados. Todos ellos, han sufrido dificultades.

Teníamos una botella de agua para dividir entre todos nosotros. Una botella, y cada persona bebía el agua en la tapa, solo un sorbo para no morir. Eso es todo, solo para sobrevivir.

Mientras miles de refugiados se instalan en edificios sin terminar y albergues improvisados, agencias de protección han estado trabajando sin descanso para proporcionar alojamiento at todos aquellos que se encuentran en extrema necesidad.

Bahzad Amin, oficial del el Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas da la bienvenida a los últimos en llegar al campo.

Somos el equipo del campo de refugiados. ¿Cuánto tiempo lleváis aquí, una semana?

La mayor parte de las familias vienen de Sinjar, una pequeña ciudad al noroeste de Iraq, o de sus alrededores. El Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas se está asegurando de que los refugiados están siendo atendidos y que se les está proporcionando comida, agua y cobijo.

Anticipándose a una nueva avalancha de iraquíes que escapan de sus hogares a campos como Badjet Kandela, ACNUR está aumentando el espacio para acomodar el mayor número de ellos posible.

«Esta es una urgente necesidad para las familias una vez han sido recolocadas. Tenemos seiscientas doce familias recolocadas aquí hoy por hoy, así es que estamos intentando organizar la infraestructura básica, provisiones de agua, instalación de letrinas y así.

Es una necesidad básica, porque solo hay 100 letrinas disponibles para todas las familias que viven aquí.

Incluso con distribuciones diarias, asegurar comida y agua suficiente para todos los desplazados es difícil.

«Han pasado aproximadamente diez días en la montaña de Sinjar, me han dicho que han dejado todo atrás»

Cansados, y con grandes dudas sobre su futuro, los refugiados reciben cuidados básicos y sus necesidades elementales son cubiertas.

Son pequeños pasos para aliviar el dolor y el sufrimiento al que se han estado enfrentando durante los últimos meses. Pequeños pasos pero importantes.

Este reportaje has sido producido por Casandra Boland para las Naciones Unidas.

20 de febrero de 2015

La falta de agua y comida en el desierto ha sido y es uno de los mayores temores de los refugiados iraquíes. El ACNUR se ocupa ahora de ellos y les ofrece los cuidados básicos. Pero la ilusión en el futuro es más difícil de proporcionar.

Videos relacionados

Documentales
Especiales
En portada

¡Síguenos!

Facebook Youtube Twitter RSS