Discurso del Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas en el octavo período de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas

Nueva York, 18 de mayo de 2009

Excelencias,
Señora Presidenta,
Distinguidos miembros del Foro Permanente,
Representantes y ancianos indígenas,
Hermanas y hermanos todos,

Es para mí un honor haber sido invitado a pronunciar unas palabras en la ceremonia de apertura del octavo período de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas. Me complace ver aquí en las Naciones Unidas a tantos representantes indígenas, que han venido de todo el mundo para participar en este octavo período de sesiones. El Foro sigue siendo un magnífico ejemplo de colaboración y diálogo entre los pueblos indígenas, los Estados Miembros, el sistema de las Naciones Unidas y la sociedad civil en general.

El 13 de septiembre de 2007, en un acto histórico, la Asamblea General aprobó por abrumadora mayoría la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas. Ahora enfrentamos el desafío de aplicar plena y eficazmente esta Declaración. Las asociaciones son fundamentales para alcanzar este objetivo, y los Estados y el sistema de las Naciones Unidas deberían esforzarse por asegurar que los pueblos indígenas participen al máximo en este proceso.

A este respecto, celebro que Australia haya ratificado recientemente la Declaración sobre los derechos de los pueblos indígenas e insto a todos los gobiernos que hayan votado en contra de la Declaración o se hayan abstenido a seguir su ejemplo. También deseo expresar mi optimismo acerca de la evolución de los acontecimientos en mi propia región, América Latina, donde la Declaración está teniendo gran resonancia e incluso ha sido aprobada como ley nacional en el Estado Plurinacional de Bolivia. Creo que todos estamos orgullosos de los grandes esfuerzos realizados por el Presidente Evo Morales Ayma para promover y hacer efectivos los derechos de los pueblos indígenas y de todas las personas excluidas. También estamos presenciando avances irreversibles en otros países.

El énfasis que el Foro Permanente hace en la rendición de cuentas, y su decisión de dedicar este período de sesiones a realizar un seguimiento de sus recomendaciones en tres de los ámbitos de su mandato, son muy significativos. Espero sinceramente que este análisis de la aplicación de las recomendaciones del Foro, junto con el diálogo a fondo que se llevará a cabo con seis entidades del sistema de las Naciones Unidas, den como resultado un fortalecimiento de la rendición de cuentas y de las asociaciones para lograr la plena aplicación de la Declaración.

Celebro especialmente la decisión del Foro de dar seguimiento a sus recomendaciones en relación con el Segundo Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo. Entre los objetivos del Segundo Decenio se cuentan la promoción de la participación y las asociaciones, y la mejora de los mecanismos de vigilancia y de la rendición de cuentas.

En lo que respecta al Segundo Decenio, quisiera señalar que la Asamblea General aprobó recientemente una resolución sobre las cuestiones indígenas en la que pide que se le presente un informe de evaluación de mitad de período en que se examinen los progresos logrados en la consecución del propósito y los objetivos del Decenio. Este ejercicio constituye otra medida fundamental para reforzar la colaboración y la rendición de cuentas y aplicar plenamente la Declaración.

Aunque se han alcanzado progresos notables, es importante señalar que los pueblos indígenas siguen viéndose afectados por la marginación, la extrema pobreza y otras violaciones de los derechos humanos que representan una amenaza para sus modos de vida y, en algunos casos, para su propia supervivencia. La actual crisis económica mundial seguramente tendrá efectos negativos en los pueblos indígenas de todo el mundo.

Es una amarga paradoja que quienes más están haciendo por proteger a nuestra querida Madre Tierra de los terratenientes y empresarios del sector agroindustrial sin escrúpulos sean los que se están viendo más perjudicados por esta crisis y otras vinculadas a ella. Esta injusticia de base hace resaltar la urgencia de adoptar medidas concertadas para aplicar plenamente la Declaración sobre los derechos de los pueblos indígenas y los objetivos del Segundo Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo.

Es también una de las razones fundamentales por las que quisiera señalar a su atención una importante reunión que será sumamente pertinente para los pueblos indígenas de todo el mundo, en realidad para todas las personas que luchan por hacerse oír en este difícil período de crisis económica mundial. Los días 1º a 3 de junio se celebrará una cumbre a la que asistirán dirigentes de los 192 Estados miembros de la Asamblea General para examinar la crisis financiera y económica mundial y sus efectos en el desarrollo. Si bien varios grupos más pequeños de países ya han celebrado reuniones para tratar de resolver la crisis económica y financiera cada vez más grave que vivimos, las Naciones Unidas son el foro apropiado si se quieren tener en cuenta las necesidades e intereses de todos los países.

Para concluir, quisiera encomiar a los miembros del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, así como a los representantes indígenas, de los Estados Miembros y de los organismos de las Naciones Unidas reunidos aquí, por su constante dedicación a la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. En estos tiempos de promesas rotas y deterioro de la confianza, resulta verdaderamente significativo que hayan depositado sus esperanzas y su confianza en este Foro de las Naciones Unidas. Espero que siempre puedan contar con esta Organización cuando la necesiten. Les deseo un muy exitoso y productivo octavo período de sesiones.

Gracias.

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