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Burkina Faso cultiva inteligentemente para afrontar el cambio climático

Narración

 En Burkina Faso, en la región del Sahel, Sibiri Kebre aguarda la lluvia. // Según los campesinos locales, los patrones del clima están cambiando.

«El clima está cambiando y estamos preocupados. Todos los días tenemos que pensar cómo vamos a sobrevivir. Afecta a nuestras vidas, a nuestro entorno; los árboles están desapareciendo y la fertilidad del suelo disminuye. Así que es un problema grave.»

Y los científicos pronostican que sólo puede empeorar. // Los campesinos tendrán que hacer frente no sólo a menos lluvia, sino también a una mayor variabilidad del flujo de agua. // John Weber, del Centro Mundial Agroforestal:

«Una mayor variabilidad significa que puede haber del 20 al 25 por ciento de la lluvia anual en una tarde. Así que arrasa con todos los plantíos.»

Con sólo una temporada de cosecha y poco más de 500 milímetros de lluvia al año, cambios cómo éste pueden equivaler a un desastre.

«Hace diez años hubo una sequía y una hambruna grave. Tuve que vender todo lo que tenía, incluida mi carreta tirada por un burro, , para comprar alimentos para la familia.»

Con el respaldo del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de la ONU (FIDA), los campesinos aprendieron a cavar hoyos circulares de cultivo y a construir muros de piedra para prevenir escorrentías.

Cuando llega la lluvia, estos hoyos en forma de media luna conservan la humedad más eficazmente y el estiércol que se añade en el fondo aumenta la fertilidad del suelo, dice la campesina Minata Swadogo:

«El verdadero impacto se ha visto en la humedad retenida en el suelo, lo que significa que podemos cultivar más cosechas.»

Pero el mayor beneficio puede venir de plantar árboles. Echar los recortes de los arbolitos «bagana» en los campos mejora los nutrientes del suelo para cultivar cosechas.

Pero estos árboles también proporcionan comida para los seres humanos y los animales. Más importante aún, un compuesto que emiten las hojas a la atmósfera de hecho estimula la formación de nubes y lluvia.

El FIDA afirma que estas técnicas han ayudado a Burkina Faso a recuperar hasta 300.000 hectáreas de tierra, ayudando a los campesinos a adaptarse no sólo al cambio climático sino también a aumentar sus cosechas. Julien Lompo, coordinador del proyecto del FIDA.

«Hoy, con estas técnicas, la producción ha aumentado más del doble, a 1.400 y 1.500 kilos por hectárea. Así que se ve la diferencia.

Aunque es evidente que los campesinos, usando estas técnicas, han tenido un efecto en el reverdecimiento del paisaje, no pueden quedarse impávidos. // Los científicos predicen que aquí la lluvia seguirá disminuyendo.

Y al hacerlo, estas técnicas serán aún más cruciales, dice Cristiana Sparacino, del FIDA.

«Sin estas técnicas, no podríamos cosechar en el Sahel y no podríamos producir lo suficiente para comer. Esto es lo que tenemos que hacer si queremos ser autosuficientes en la producción agrícola en los países del Sahel.»

Mientras tanto, cuando al fin llegue la lluvia este año, los campesinos como Kebre estarán preparados.

Este reportaje fue producido por James Heer para las Naciones Unidas.

19 de diciembre de 2013

La sequía y la variabilidad del agua son una de las consecuencias del cambio climático en curso. Intentar adaptarse para sobrevivir es lo que han empezado a hacer las comunidades agrícolas de Burkina Faso de un diseño inteligente de los cultivos, que cuenta con el apoyo de la ONU.

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