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Narración

Mozambique ha crecido notablemente desde el final de sus 20 años de guerra civil, pero no todos sus ciudadanos gozan de las nuevas oportunidades. // Ilse Guambe, de 15 años, se cuenta entre ellos.

«Conocí a un chico y quedé embarazada.»

Ilse tenía entonces apenas 13 años y no pudo seguir yendo a la escuela. Su vida estaba a punto de cambiar irrevocablemente.

«Después que nació mi bebé, mis padres me enviaron a vivir a la casa de los padres de mi novio y ellos me insultaban. No era bienvenida en absoluto.»

En Mozambique, más de la mitad de las adolescentes se casan antes de los 18 años, una de las tasas más elevadas de matrimonio infantil en el mundo. Bettina Maas es la directora regional del Fondo de Población de la ONU (UNFPA).

«Se interrumpe el desarrollo potencial de las niñas.. . Tienen menos oportunidades para la educación, la integración económica y el empleo; tienen menos ocasión de integrarse en la comunidad como mujeres jóvenes.»

En áreas remotas de Mozambique muchas mujeres y adolescentes dan a luz en su hogar, sin acceso a atención médica. Cuando hay complicaciones, corren el riesgo de sufrir un daño devastador, llamado fístula obstétrica, que ocurre durante un parto prolongado. Quienes resultan afectadas padecen incontinencia crónica y en la mayoría de los casos, tienen un mortinato.

Essita Muhlanga, de 16 años, quedó embarazada cuando sólo tenía 14. Como su joven esposo trabajaba en Sudáfrica y la clínica más cercana se hallaba a dos horas de distancia, no tuvo más opción que dar a luz sola. Pero hubo complicaciones y no había atención médica a mano.

«Después de dar a luz, mi bebé estaba muy débil y murió. Pedí ayuda, estaba muy trastornada y me di cuenta que no podía caminar.»

Essita había desarrollado una fístula. En Mozambique se reportan más de 2.000 casos nuevos al año.

«Estos matrimonios infantiles también son un gran problema porque las niñas no están preparadas para embarazarse. Sus cuerpos no están listos y no pueden tomar las mejores decisiones para el bebé.»

El Dr. Michaque Martin Tembe fue capacitado recientemente en la reparación de fístula como parte de la Campaña coordinada del UNFPA para Acabar con la Fístula. En los primeros tres meses de 2013, el Dr. Tembe ya había tratado a casi 20 pacientes, muchas de ellas, como Essita, adolescentes. Pero numerosas mujeres afectadas por la fístula nunca reciben atención médica y pueden ser relegadas por sus comunidades y aún por sus propias familias.

«UNFPA apoyó al Ministerio de Salud para desarrollar una estrategia nacional de fístula que establece cómo prevenirla, pero también cómo reintegrar a las niñas en la sociedad una vez que son operadas.»

«Si mejoro, espero tener hijos algún día. Vendría a la clínica para poder recibir asistencia y dar a luz a mi bebé en mejores condiciones. Eso es lo que espero.»

Y su deseo podría cumplirse. Después de una operación exitosa, muchas mujeres pueden reanudar una vida normal y tener niños.

Sin embargo, el matrimonio infantil continúa afectando la vida de las jóvenes en todo Mozambique. El UNFPA ayuda a combatir estas prácticas con la esperanza de que todas las mujeres y las niñas puedan pronto tener pleno acceso a la salud, la educación, el desarrollo y finalmente... la igualdad.

«Todo lo que quiero es volver a la escuela. No quiero regresar con mi marido. Sufrí mucho yr lo que pasé allí fue demasiado. Después de la escuela, podré tener una profesión y arreglármelas sola.»

Este reportaje fue producido por Guy Hubbard para las Naciones Unidas.

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