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El fútbol también aleja a las niñas de la violencia

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Narración

Mi nombre es Arnau Misambua, soy futbolista, tengo 15 años, y vivo en Nairobi, Kenia.

Naomi juega en esta área, en un equipo patrocinado por la asociación deportiva de jóvenes de Mathory , una organización que ofrece a los niños de uno de los suburbios más grandes y peligrosos de África, un escape a la violencia y al crimen.

Tengo amigos que han sido violados por gente y yo he sido violada y, honestamente, tomo drogas. Pero, cuando juego al futbol, estoy siempre ocupada y no dispongo de tiempo para estar con esas malas compañías. Después del agotador torneo que su equipo ganó, Naomi vuelve al gueto. A cambio de servicios a la comunidad, Maisa le da el dinero suficiente para pagar sus tasas de escolaridad y para que su familia pueda comer.

“Aquí vivo con mi hermano, mi hermana y mi madre. Dormimos en esta habitación y, por ahora, no tenemos electricidad”.

El mentor de Naomi, Edward Wasaga creció en una de las partes más peligrosas del suburbio de Mathory. A la vez que da consejos sobre futbol, Edward enseña a sus jóvenes jugadores habilidades de la vida y les habla del peligro del VIH.

“A causa del crimen, la pobreza y la violencia, los niños de este suburbio necesitan estar animados y que les den esperanza en la vida”.

El fútbol proporciona a los jóvenes como Naomi algo en lo que canalizar su energía y que les haga notar el sentimiento de su propio poder.

“Me gusta decir a otros chicos que pueden jugar al futbol para escapar a toda la violencia de los suburbios”.

Mientras que los mantiene fuera de peligro, el futbol también le inculca lecciones sobre el trabajo en equipo, las reglas y el juego limpio. Una combinación, sin duda, ganadora.

14 de mayo de 2012

Naomi, una chica de 15 años juega al fútbol como una consumada profesional. Vive en uno de los barrios marginales de Nairobi y gracias a un programa de UNICEF y sus aliados, recibe formación sobre el SIDA, los riesgos y cómo evitarlo, puede jugar al fútbol y además recibe una asignación que le permite estudiar y mantener a su familia.(Vídeo cedido por UNICEF)

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