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La energía oculta de las agujas del pino

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Narración

Las frondosas laderas del norte de la India se hallan cubiertas de densos bosques. Su impresionante belleza atrajo a Rajnish y Rashmi Jain hace 20 años, según nos explica Rashmi.

«Al principio, la idea era que los dos queríamos cambiar nuestro modo de vida, dejar atrás la vida de la ciudad y venir a un área rural.»

Decidieron arriesgarse y seguir su sueño. En medio del bosque levantaron la pequeña aldea de Avani, alejada de todas las comodidades, electricidad incluida. Alejada de todo suministro, como tantas comunidades rurales de la India, instalaron paneles solares para generar luz eléctrica.

Idílico, pero no por mucho tiempo.

SONIDO NATURAL DE FUEGO CHISPORROTEANDO

Todos los años los incendios arrasaban el bosque, amenazando su aldea y sus propias vidas. Durante la estación seca, miles de toneladas de pinocha forman un manto que cubre todo el suelo del bosque y que puede resultar altamente inflamable.

Hasta que un día se preguntaron si las acículas de pino podrían servir para algo.

«Con tantos incendios al año, pensamos que ahí tenía que haber un potencial, una energía... ¿Podemos aprovechar esa energía? Y eso nos encaminó a buscar la manera de generar energía útil a partir de las hojas de pino.»

Les pidieron a los aldeanos que recogieran la pinaza antes de que se incendiara y que se la trajeran a Rajnish. Al principio todos pensaron que estaban locos.

«Nos pagan por recoger las agujas de pino. Han debido de perder un tornillo por alguna parte, ¿no crees? Y así era literalmente: se reían de mí.»

Pero Rajnish y Rashmi estaban convencidos de que con la recolección de la pinaza podrían proteger el medio ambiente y cambiar la vida de la gente.

La resina que contienen las agujas de pino es un combustible que, al calentarse, produce un gas que pone en marcha un generador. 100 kilowatios de electricidad limpia y renovable llegan ahora a los 20 hogares de Avani y a sus negocios.

«Qué sencillo. Me resultaba asombroso ver mi primera planta energética en funcionamiento. Estaba a punto de echarme a llorar. Fue un momento mágico para mí.»

«Se necesita mucha innovación para conseguir el objetivo del acceso universal a la energía para todos...»

Olav Kjorven, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

«Muchas de las ideas más pragmáticas surgen a nivel local, donde más falta hacen.»

En Avani siempre se ha trabajado la seda fina, pero ahora, con energía eléctrica... y maquinaria pesada, se ha podido aumentar considerablemente la producción, proporcionando salarios mínimos para 15 personas.

«Se puede hacer en cualquier parte.»

Aunque el 85% de la India rural todavía no dispone de electricidad, sistemas a pequeña escala, como el gasificador de las acículas de pino de Avani, están cambiando la situación, y demuestran que las soluciones sencillas pueden ayudar a resolver grandes problemas.

Reportaje producido por Patrick Fries para las Naciones Unidas.

20 de junio de 2014

Su nombre científico es acícula, aunque en unos sitios se le llama pinocha y en otros pinaza, tamuja o borrajo. Es la hojarasca del pino, esas agujas que, pese a su delgadez y finura, tienen un gran poder energético, suficiente para dar, por ejemplo, electricidad a áreas remotas y aisladas de la India. Además, su recolección sirve para evitar incendios forestales.

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