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Narración

«Trabajo aquí y pico las piedras para luego obtener grava. La vendo y gano un poco de dinero para comprar comida para mi casa.»

«Trabajo desde por la mañana hasta la tarde y puedo llegar a ganar tres o cuatro mil francos CFA al día.»

«Mis padres no pueden mandarme a la escuela así que vine aquí.»

«Me siento muy mal porque veo a mi amiga ir a la escuela y me eso me duele mucho.»

«Quiero dejar este trabajo y continuar con los estudios.»

En otro tiempo, ésta era la vida de Sarah Mpoye, de 19 años.

«Cuando trabaja en las minas la vida era difícil pero no había opción porque la familia tenía que comer. El clima tampoco era bueno. Tratábamos de picar piedras y me lastimaba los dedos. Aunque cayésemos enfermos teníamos que ir a la mina.»

En vez de picar piedra, Sarah ahora confecciona bonitas prendas que vende. Gracias al programa de rehabilitación de la ONG GroupOne, respaldado por UNICEF, su familia ya no necesita trabajar en la mina. Gracias al programa, los niños reciben ayuda para ir a clase o desarrollar una actividad generadora de ingresos.»

«Los niños de las minas se dividen en dos grupos. Unos menores de 16 años que deben ir clase y los mayores de 16 que reciben una formación especial y que, una vez completada, reciben un paquete para empezar su actividad y que los mantendrá cuando abandonen la capacitación para que puedan ocuparse de ellos y de sus familias.»

Vista desde fuera la situación no parece tener sentido.

Katangaes uno de los yacimientos minerales más ricos del mundo

Sin embargo, los niveles de pobreza todavía son altísimos.

Los niños se ven todavía forzados a trabajar enlas minas para ganar algo de dinero.

Según el gobierno, una política de educación primaria gratuita y una legislación contra el trabajo infantil en las minas ha mejorado la situación.

«El problema de los niños en las minas es muy grave. No obstante, antes era muy distinto. Cuando llegamos había muchos niños en el sector minero, que iban libremente allí y ahora no hay tantos, todavía hay algunos cuyos progenitores llevan a la mina ilegalmente porque los tres primeros cursos de primaria son gratuitos.»

Si bien la escuela primaria es gratuita, para muchos niños la educación sigue fuera de su alcance.

«Es cierto que la escuela primaria es gratis aquí, pero todavía hay tasas escolares, contribuciones para la escuela y los maestros. Cuando un progenitor tiene ocho niños… en la mayoría de los casos no pueden mandar a todos a clase, algunos se quedan fuera.»

La solución no estriba sólo en sacar a los niños de las minas, sino en crear un entorno sostenible y seguro para ellos.

«UNICEF brinda apoyo al gobierno para establecer sistemas de buena protección social para los niños, para todos pero sobre todo para los niños, a través de lo que llamamos comunidades protegidas, además del establecimiento de programas de responsabilidad social corporativa, por lo que queremos involucrar a las grandes empresas y los mineros para ayudar a los niños.»

La esperanza es que algún día cercano, mediante la creación de un entorno protector para todos los niños, trabajar en la mina no será una opción para los niños en la República Democrática del Congo.

Para Televisión UNICEF, Concha Grijalba.

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