Enlaces relacionados

• Temas mundiales: África
• Salud

Narración

Esta comunidad pesquera de la costa norte de Mozambique se ha visto gravemente afectada. Sus habitantes sufren elevados índices de malnutrición. Pero eso no es todo.

La principal preocupación son las altas tasas de infección por el VIH y el sida, la primera causa de muerte entre la población en todo Mozambique. La mala nutrición dificulta la lucha contra la enfermedad.

Alima Artur, de 21 años, es la hija de uno de estos pescadores. Hace unos años, de repente, empezó a sufrir una enfermedad desconocida.

«Estaba triste y desesperada. Mi vida consistía en llorar y pensar que me iba a morir».

La situación cambió el día en que Alima conoció a Arlete Ana Abel, de un proyecto llamado Chapani. Con la ayuda del FIDA, el Fondo Internacional del Desarrollo Agrícola, y el Fondo Belga para la Seguridad Alimentaria, el personal de Chapani trabaja con los aldeanos para luchar contra la doble amenaza de VIH y malnutrición.

Cuando Alima obtuvo resultados positivos en las pruebas de VIH y sida, Arlete la animó a formar un grupo de apoyo. Alima escogió a su padre y su tía, quienes le ayudaron a mantenerse optimista y saludable. De hecho, enseñar a la gente a comer de forma saludable es una parte importante del trabajo de Arlete.

«Les enseñé cómo enriquecer su comida para reducir sus niveles de hemoglobina. Ahora, además de pescado, comen otros alimentos, como por ejemplo verduras». (

Dentro del proyecto Chapani se organizan clases magistrales de cocina para todos los miembros de la comunidad. // En la clase de hoy cocinaremos moringa, un árbol desconocido para la mayoría de los locales, altamente nutritivo y que crece rápidamente, además de ser resistente a la sequía. Ha acabado por convertirse en un alimento popular en la cocina local.

«Hemos sido testigos de una reducción considerable de la enfermedad y los niños no enferman tanto».

Maria Machambe no es seropositiva, pero está aprendiendo a cultivar su propio huerto con más de 6.000 familias de su área.
.
Ahora, gracias a los voluntarios que se han formado en la localidad y que lideran el proceso, la idea se está extendiendo rápidamente por la comunidad.

«Comparten sus ideas con sus vecinos y todo el mundo se emociona, algo esencial en nuestra opinión. Una vez que la comunidad está a cargo del proceso, no necesitan que nadie de fuera les enseñe a cocinar, a preparar la comida: lo hacen entre ellos».

El éxito del proyecto ha motivado al FIDA para expandir la educación en nutrición a lo largo de la nación durante los próximos tres años.

Mientras tanto, Alima desempeña la función esencial de correr la voz sobre la vida saludable. A través de canciones, informa a los vecinos, por un lado, sobre la protección contra el VIH y el sida gracias a hábitos de alimentación saludable; y, por otro, a aprender a vivir con la enfermedad.

«Alguien podría mirarme y no imaginarse que vivo con este problema. Estoy bien, ¿me ha oído? Estoy verdaderamente bien».

Este mensaje nunca ha sido más pertinente, debido a que el diez por ciento de la población adulta de Mozambique está infectada por el VIH.

Este reportaje ha sido producido por Jonathan Eliott para las Naciones Unidas.

¡Síguenos!